LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 19 de Febrero de 2012

Voces de libertad

 

 

Todos los colombianos, sin exclusión alguna, debemos volver a unir nuestras voces de rechazo, indignación y protesta contra el inhumano delito del secuestro.

No entiendo, no comprendo, cómo en pleno siglo XXI, la guerrilla colombiana que no tiene la menor posibilidad de acceder al poder por medio de las armas, crea que teniendo unos indefensos seres humanos cautivos, martirizados y sacrificados, vamos a ceder para entregarles el manejo del Estado. Con ese método no han ganado nada, ni ganaran nada, solo obtienen el repudio y rechazo de toda la humanidad.

El dolor que ellos causan a las familias, a los hijos y a la sociedad en general, es incalculable, porque no tienen sosiego, ni tranquilidad, sabiendo que su ser querido esta en condiciones inhumanas en medio de la selva, luchando por la supervivencia minuto a minuto, que sufre el dolor de la soledad, el dolor  de ver tanta inhumanidad y de no poder estar junto a sus seres queridos.

Para apoyar a estas familias y luchar por la ansiada libertad de los secuestrados, el colega Herbin Hoyos, que tiene una larga trayectoria en esta tarea humanitaria, ha organizado el segundo maratón radial de mensajes por la libertad de los secuestrados y la reconciliación con el programa las voces del secuestro para enviar a la selva un mensaje de paz, libertad y reconciliación.

Es una nueva exigencia de la sociedad civil que se hace de cara a Colombia y al mundo y que va dirigida a las Farc, Eln, Bacrim y demás grupos armados, para que liberen a todos los secuestrados.

Termino con un aparte de la carta que Rosario Restrepo de Mejía, madre de un joven de 20 años secuestrado y asesinado, publicó hace varios años: “Lloro a mi hijo. Pero lo sé tranquilo, libre y en paz”. “Soy madre de un secuestrado, cobarde y vilmente asesinado por los bandoleros de las Farc, hoy siento un profundo dolor y una inmensa tristeza al no tener a mi hijo con nosotros, pero al mismo tiempo siento una gran paz porque sé a mi hijo libre y tranquilo, sin humillaciones, sin su dignidad violentada, sin hambre, sin frío, sin dolores. Sin facinerosos llenos de odio y deseos de venganza a su alrededor”.

lorenarubianofajardo@gmail.co m