LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 12 de Febrero de 2012

Alerta minera

 

“El ministerio de economía debería llamarse ministerio de la miseria, ya que al ministerio de la guerra no se le llama nunca ministerio de la paz”.

Jacques Prèvert

 

Es urgente una concertación nacional con los carboneros colombianos para que se les respeten sus derechos y puedan prepararse para el cumplimiento de las normas que les van a imponer y tengan los plazos, asesorías, préstamos y el respaldo del Estado, que les permitan seguir explotando ese recurso minero.

Los mineros de mi departamento, Boyacá, tienen graves problemas que afectan a toda la pequeña minería y por lo tanto el Gobierno, que protege más a las multinacionales, debe poner a funcionar la locomotora de la prosperidad minera, para que no termine en un mero espejismo.

La Confederación Nacional de Mineros de Colombia -Conalminercol- considera que existe una “persecución del Gobierno Nacional contra la minería tradicional e informal, en favor de las multinacionales del sector” y que por lo pronto se debe realizar un gran foro nacional con el Gobierno, organizaciones de mineros, ambientalistas, sindicales, sociales, universidades para concertar un desarrollo sostenible del sector.

Boyacá no fue ajena a los problemas del otorgamiento de títulos mineros, de los cerca de 9.000 títulos feriados sin respetar parques nacionales, páramos, reservas indígenas, ni las fuentes de agua, situación irresponsable que aprovechó el crimen organizado para esconder y repatriar sus utilidades.

En buena hora, el ministro de minas y energía, Mauricio Cárdenas, anunció la construcción del Ferrocarril del Carare, que facilitará la salida del carbón a puerto marítimo y es la reivindicación de la zona y además no seguirán acabando con nuestras escasas vías carreteables.

Entonces, debemos acordar los términos del nuevo Código Minero, y ser inflexibles en no permitir minería en páramos; el Gobierno debe mejorar su pobre capacidad de fiscalización, vigilancia y poder de sancionar a los irresponsables y depredadores y apretar especialmente a las multinacionales, que no nos pagan las regalías correctas y nos dejan sólo nuevos desiertos.

En la región pueden haber cerca de 2.000 millones de toneladas de carbón, de las cuales cada año en Boyacá, se producen 3,5 millones de toneladas, por un valor de 380.000 millones de pesos y si Colombia aprovecha bien su bonanza minera, puede saltar al desarrollo, sacando de la pobreza a gran parte del 46% de los colombianos, que aún no tienen los ingresos suficientes para una vida digna.

lorenarubianofajardo@gmail.com