Hace unos días, durante un acto organizado en la ciudad de Medellín con motivo del lanzamiento de su propuesta en materia de minas y energía, Germán Vargas Lleras puso sobre el tapete de las candidaturas presidenciales el tema de la edad como "requisito" para dirigir el país, despertando de inmediato reacciones de toda índole, en la medida en que los años por si solos no necesariamente representan la única condición, sean muchos o pocos, como sí el conocimiento de la administración pública, la profundidad de sus planteamientos, la capacidad para tomar decisiones, y tantos otros requisitos que bien puede acreditar una persona sea joven o vieja.
Elegir y ser elegido consagrado en la Constitución Nacional como un derecho legítimo, exige de ser un ciudadano colombiano de nacimiento y en ejercicio,
tener más de 30 años de edad; pero sobre todo, ser elegido democráticamente por el pueblo, necesitándose de la voluntad de los electores y de la capacidad de convocar a las mayorías para ganar.
A propósito, cabe recordar que la persona más joven en ser elegida para la Presidencia de Colombia a sus 39 años fue Eustorgio Salgar, Presidente de los Estados Unidos de Colombia entre 1870 y 1872.
Ya en la época actual Cesar Gaviria a los 43, Ernesto Samper a los 44 y también Andrés Pastrana a los 44 años.
Fuera de Colombia; entre otros, con 39 años, Emmanuel Macron uno de los presidentes más jóvenes de Francia.
A sus 39 años, Matteo Renzi fue nombrado Primer Ministro de Italia en 2014. El exprimer ministro británico, Tony Blair, fue elegido a sus 43 años.
Dice Germán Vargas Lleras que "a la Presidencia no se puede llegar a aprender” refiriéndose a Ivan Duque de 41 años y aspirante a la presidencia de Colombia.
Sin embargo, los presidentes atrás mencionados pudieron serlo a pesar de su edad.
Por supuesto, el aprendizaje se da tanto en lo académico como en lo práctico y ellos pudieron subsanarlo seguramente habiéndose preparado intelectualmente en las mejores universidades, o por otras razones.
Entre tanto, siendo la práctica la que hace al maestro, la mejor combinación es la teórico práctica.
El mayor tiempo dedicado a un oficio representa un valor agregado excepcional, combinado con la inteligencia y la formación académica.
Hay oficios en los que priman las condiciones físicas, como por ejemplo el deporte, donde la juventud compite con base en sus entrenamientos y su estado atlético, pero también precisa de un director técnico; así como en otras actividades tanto la experiencia de haberlas realizado o vivido una o más veces o durante un período determinado de la vida, como la academia representan juntas un valor agregado preponderante.
Siendo la edad la que cuenta, según lo plantea Vargas Lleras, entonces Iván Duque con 41 años; Vargas Lleras con 56; y Petro con 57, los "pollos", algo tendrán que aprender de Fajardo con 61 y mucho más de Humberto De la Calle con 71.
Olvida Vargas Lleras que éste es un planteamiento que fastidia a la juventud, así tenga mucho de verdad y que el electorado es quien determina cuál es el más indicado en medio de las difíciles circunstancias que vive Colombia.
No obstante, hay que tener en cuenta otros factores que también entran en juego como la condición moral y la capacidad de combatir la corrupción, el clientelismo, y la posibilidad de hacer de Colombia un país con valores y principios "donde quepamos todos", dentro de un ambiente de paz estable duradera y sostenible, aspectos en los cuales Humberto De La Calle sería entonces el "gallo" con todas las condiciones.