Dolorosos momentos viven nuestros hermanos venezolanos, hermosa tierra, rica en petróleo y lindas mujeres, que infortunadamente sucumbió ante los intereses de un enfermo mental que quiso convertirse en el sucesor de los ideales bolivarianos.
A pesar de querer llamar a Venezuela República Bolivariana, para hacerle creer al pueblo que en su cabeza loca también yacían las mismas ideas del Libertador, los resultados fueron totalmente adversos.
Por el contrario, fue un frustrado gobernante, que cambió las ideas bolivarianas por ideas marxistas, que intentaba copiar del dictador Fidel Castro, a quien convirtió en su consejero permanente.
Chávez al asumir su presidencia juró ante una Constitución moribunda. La coincidencia demostró que a partir de ese momento también moría Venezuela.
Quiso ser un dictador, ejercitando arbitrariamente el mando en beneficio de una minoría ignorante que apoyaba sus locuras.
Cuando se encontraba moribundo señaló a Nicolás Maduro como posible sucesor.
Sus deseos fueron cumplidos, fue elegido Maduro un ególatra y egoísta, que en lugar de hablar de ideas bolivarianas sigue el trinar de un pajarito, afirmando ser la voz de Chávez, no habla de penas sino de penes, y cuando una mariposa ronda su figura, le comunica a sus seguidores que es un mariposón.
Podemos decir que su comportamiento es idéntico al del emperador romano Nerón, que se caracterizó por sus locuras extremas. Mientras Maduro se ensaña con las personas ajenas a sus propósitos tiránicos, Nerón, odia a su propia progenitora, después a sus dos y sucesivas esposas Octavia y Popea.
Maduro lleva a la cárcel a los líderes de la oposición como a Leopoldo López, arma 500.000 milicianos, cierra canales de televisión, periódicos y empresas que no se acojan al régimen comunista. La defensoría, el tribunal superior de justicia y la fiscalía están bajo su mando.
Cuando el pueblo venezolano clama por la libertad de sus presos políticos y el retorno a la vida democrática en movilizaciones multitudinarias, Maduro baila animadamente con sus ministros en pleno festín.
Igualmente, Nerón se entrega totalmente a las atracciones del circo, acompañado por una corte conformada por cantantes, danzantes, músicos y coristas.
Para los historiadores cristianos Nerón es considerado el precursor de las persecuciones a los seguidores de las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Maduro ordena a sus seguidores sabotear la misa en honor al Nazareno celebrada por el Cardenal Jorge Urosa Savino, en la Basílica de Santa Teresa, estos se dieron a puños dentro del templo contra algunos fieles de la oposición.
Ignoramos si Maduro quien actúa como el lúgubre tirano del siglo XXI, estará poseído por el espíritu malévolo de Nerón.