“Marche el 21, presidente, para que vea lo que vive el país”
Marche con la marcha del 21, presidente, a ver si se libera del encantamiento del salón de los gobelinos y el engolosinamiento con el poderío y de pronto comprende lo que significa que el 69% de los gobernados rajen su gestión (Gallup); no hay sabiduría más contundente que la de un caminante de la séptima.
Marche con la marcha del 21, presidente, para que se dé cuenta de que desde que usted llegó a Palacio la gente se ha ido desencantando de sus propuestas económicas, de la política de seguridad enfocada únicamente en el combate al narcotráfico y los cultivos ilegales, y de hacer más de lo mismo.
Marche con la marcha del 21, presidente, para que vea lo que vive y siente ese 83 por ciento de compatriotas convencido de que el país está más corrupto que antes; de lo que vive y siente ese 77 por ciento que mira el languidecimiento económico a través del bolsillo mientras los expertos en hacienda aseguran que crecemos al 3,3 por ciento.
Marche con la marcha del 21, presidente, que de pronto así comprende que el 85 por ciento de nosotros no se siente a salvo ni dando la vuelta a la esquina, y el 88 por ciento jura que el desempleo ha aumentado con usted.
Marche con la marcha del 21, presidente, que cuando la gente cree que una conclusión es verdadera, es muy probable que crea también aquellos argumentos que parecen apoyarla, incluso si los argumentos son erróneos, tal como escribió Daniel Kahneman en Thinking fast and slow.
Marche con la marcha del 21, presidente, que de pronto ahí en la calle se da cuenta de que su gobierno carece de una narrativa y la gente entonces no sabe si es el del solio vacío o el del aprender haciendo de tumbo en tumbo o el de un mero portavoz.
Marche con la marcha del 21, presidente, en vez de desmentir al pueblo que lo castiga en las encuestas: “Dicen que el gobierno Duque está preparando un golpe a las pensiones. Mentiras”.
Marche con la marcha del 21, presidente, y se dará cuenta de que lo elegimos para ser vocero no de su mentor, sino de los deseos de todos, como materializar el acuerdo de paz y llevarnos a buen puerto en medio de la turbulencia del posconflicto.
Marche con la marcha del 21, presidente, que usted tiene los mismos anhelos de la gente en la calle: “Si hay algunos que quieren marchar en contra de la desigualdad (…), todos nos despertamos con las mismas expectativas”.
Marche con la marcha del 21, presidente, que siempre será mejor no saber nada que saber algo que no es verdad.