¿Petro presidente?
AL final de la tarde del domingo 30 de octubre, una vez conocidos los resultados de la votación para elegir nuevos alcaldes, el ganador en la capital colombiana Gustavo Petro pronunció su primer discurso como Alcalde electo. El mensaje de su discurso fue, simple y llanamente, el lanzamiento de su campaña para el próximo período presidencial.
A todos nos quedó muy claro que su paso por la Alcaldía de Bogotá será sólo un trampolín para obtener la Presidencia de la República, o por lo menos eso piensa él, y hacia esa meta enrumbará sus esfuerzos.
¡Pobre Bogotá! Tan enferma como está y el recién electo alcalde, encargado de curarle sus males, ya anda en campaña política para otro cargo y no dudará un minuto en dejarla abandonada antes de cumplir su período, si la oportunidad presidencial se presenta. Algo por el estilo a lo que hizo el carnavalesco Mockus hace unos años.
Pienso que Petro destapó sus cartas muy rápido. Bogotá ha quemado a muchos. No es sino ver la trayectoria y las derrotas políticas de los alcaldes de los últimos 16 años, aun de aquellos que lo hicieron bien en la Alcaldía.
Veamos, Peñalosa y Mockus comenzaron el desarrollo de una Bogotá atrasada en todos los aspectos. El uno desde el punto urbanístico y el otro desde la educación y la convivencia ciudadana. Después de sus gobiernos Bogotá era otra. Una metrópoli más moderna, organizada y culta. En el mundo se comenzaba a hablar del milagro bogotano. Sin embargo, estos dos hombres no han cosechado sino derrotas políticas después de sus administraciones.
Luego vinieron los ocho años del gobierno de los candidatos del Polo Democrático, la izquierda colombiana, Lucho Garzón y Samuel Moreno, o Sami, esperanza de la familia Moreno Rojas para regresar al Palacio Presidencial. En el gobierno del primero pasó poco y en el de Sami mucho, pero casi todo malo. Ineficiencia y corrupción fueron los temas principales. Al principio se pensó que Lucho llevaría a la izquierda colombiana a la Presidencia, mas eso no fructificó. Y, por el lado de Sami, pues ya sabemos que por el momento está en la cárcel y, muy seguramente, su carrera política terminó.
Así que yo de Petro, me dedicaría a hacer bien mi trabajo como alcalde, antes de lanzar al ruedo mi candidatura presidencial. Finalmente, fue electo sólo con 32% del voto, o sea, muy lejos de ser un candidato de mayorías.
Vamos a ver qué puede hacer este ex guerrillero del M-19, sin la mínima experiencia administrativa, y acostumbrado sólo a hacer oposición, denuncias y discursos, ahora que le va a tocar actuar y desenredar la catástrofe que es hoy Bogotá.
Yo le deseo éxito, porque esta ciudad no resiste otros cuatro años como estos que terminan, gobernados por los izquierdistas, los mismos que votaron por el nuevo alcalde.
Los bogotanos, conocidos por su humor, andan preguntando ¿qué quiere decir petrodólares, dólares provenientes del petróleo, o los “supuestos” dólares provenientes de Chávez para las campañas de Petro? Y digo “supuestos” porque no me consta.