Nunca he sabido por qué todo sube en enero y el del 2018 está a la vuelta de la esquina. Aumentará el valor de los peajes, del transporte, de los prediales, los tiquetes aéreos, aparcaderos, matrículas estudiantiles, arriendos, salud, productos de aseo, la peluquería, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), hasta las bolsas que cobran los supermercados valdrán más.
En cambio, el incremento de los salarios será pobre, la situación se pondrá peor para los desempleados, llega con el calendario una reforma tributaria extra en detrimento ciudadano. Las alzas, en la mayoría de los países, no se relacionan con el cambio de año, obedecen a otros factores, en Colombia se concentran, el propio gobierno dicta decretos al respecto en las últimas horas del periodo que finaliza.
No es mi propósito aguar la celebración de las festividades de Navidad a mis compatriotas, ojalá que las disfruten, sin embargo solicito vigilar la cascada de incrementos. Las bases del 31 de diciembre del 2017 son las mismas del 2018 y carece de lógica el reajuste automático de precios como regalo de nochebuena. ¿A quién se le ocurrió la idea de que, cada año, corresponde elevar el costo de vida? No creo que a don Esteban Jaramillo o al presidente Abadía Méndez.
La calificadora internacional de riesgos Standard & Poors rebaja la nota económica, insiste en que el gasto público es desbordado, menciona la disminución de los avalúos de las materias primas, de la producción industrial, el déficit fiscal, el volumen de deuda externa pública y privada. Aparecen más escándalos. ¿Cómo justificar sobrecostos, por ejemplo, en la Cumbre de las Américas de Cartagena, con desembolso de Sesenta y Dos Mil Millones de Pesos? En ella se lucieron los escoltas del presidente Obama. El ministro de Hacienda manifiesta: “Vamos a seguir trabajando por la estabilización macroeconómica,” en otras palabras habla de impuestos. ¿Tiene lo anterior vínculo con los tributos nacientes a las doce de la noche del 2017?
Gracias al acuerdo de las centrales de abastos entre el 15 de diciembre y el 15 de enero del 2018 ciertos artículos tendrán congelación de precios como granos procesados y carnes de pollo, res y pescado, lo cual demuestra que algo es factible hacer. El costo de vida continúa disparado, así circulen billetes y monedas de distintos valores. Los aspirantes a la presidencia de la República deberían incluir en sus programas el capítulo tendiente a impedir las alzas injustificadas de enero. Evitar aulagas familiares se entrelaza con la conquista de la paz, el pueblo no cuenta con recursos e ingresos para cubrir sin límite equivocaciones y defraudaciones, necesita ayuda.