En medio del agitado clima de proyectos de Gobierno al Congreso y, del ambiente alrededor de las campañas electorales, no se caiga en clima deplorable por desorden, pensando más en listas y votos. Las exigencias sin duda van a valorar el perfil del nuevo año.
Con indicadores ligeramente aceptables en Senado y Cámara, el despegue impone seguir el camino hacia el recibimiento del primer semestre de 2022.
Así se impone el detallar el peso y rendimiento de recursos económicos del país, que de paso se recuerda que el balance del año que se va deja utilidades con aumento de más de 4 billones de pesos, según el primer producto, que lo hace es la extracción petrolera, en 5,8 por ciento con 892 mil barriles y precio promedio en el mes de 68 dólares barril exportado.
El repunte cubre y salva a Ecopetrol, ojalá con mano extendida al país, para fortalecer la Ley de Financiamiento Social que, en 2018, requería 14 billones de pesos, luego del respectivo debate legislativo.
Es un compromiso inaplazable con sectores de bajos recursos, esperando obras comunitarias hasta 2020, sumado al plan de subsidios y, prometida alza en pensiones mínimas este año.
El petróleo, al mantener buena tendencia, descartó la venta de 8,5 por ciento de acciones particulares en Ecopetrol; expertos plantean impulso a energías limpias, así como el intensificar generación eléctrica, cada vez más desarrollada en el mundo.
Esta luz alerta necesidad de reforzar seguridad, como objetivo prioritario en oleoductos y campos de exploración y extracción del crudo, que han sido atacados por delincuencia.
No puede olvidarse responsabilidad con el crudo, ríos, quebradas, lagos, represas de acueductos y transporte si nada menos es el valor de la naturaleza, además de riqueza de sectores densamente poblados.
Se requiere perspectiva petrolera activa sobe recursos públicos, particulares y estatales, que necesitan pulso fino; Lo esperado es disciplina profesional de los congresistas al debatir sobre manejo y depósito financiero hacia 2022, con exigencia para autoridades regionales.
Sin desprecio al poder legislativo, hay que insistir en comportamiento disciplinado en Senado y Cámara, más ocupados en dilatar, aplazar y pelear, en lugar de debatir, con responsabilidad.
Se desbordan en ofensas, ante la disparidad de criterios, como ha sucedido en días recientes con las objeciones a la JEP y al Proyecto de Desarrollo Nacional PND.
El cruce verbal entre dos senadores, de marras, recordó que ni en plazas públicas de mercado, discuten así. En estas sombras del Congreso se destaca, como excepción, la oportuna idea de quien inició el curso de ética a parlamentarios.
Ojalá elegidos al Congreso se posesionen con todas las cartas para cumplimiento con responsabilidad; los colombianos que esperan rutas, no solo para ejercicio político, también para economía productiva. Ojalá quede cumplido el curso con personalidad, valor humano, y hoja de vida limpia.
No se descarta, reclamarlo también, al calentarse campaña para alcaldías; Mujeres y hombres en política, agitan temperamento, y expresión para convencer en las urnas. Es el punto ideal para el Mirador del 2022.