Del 18 al 20 de octubre pasado, Cartagena de Indias fue el epicentro de los temas relacionados con las transacciones de bienes, productos, commodities y servicios en el mundo bursátil del sector agropecuario colombiano, dentro de un ambiente empresarial y gremial de connotaciones excepcionales.
Entre cien y trescientos importantes ejecutivos, académicos y profesionales, concurrieron respectivamente durante tres días consecutivos, a dos convocatorias.
Una de ellas, promovida por la Asociación de Comisionistas de Bolsas de Bienes y Productos de Colombia, ACBP, con motivo de su Convención anual, evento en el cual se trataron temas como la administración del Riesgo por Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo; Hacia a dónde van los Productos de la Bolsa; La aplicación del Decreto 1555 de septiembre/2017; El Papel de la Bolsa y de sus Sociedades Comisionistas en la Financiación y Comercialización del Sector Agropecuario; Financiación y Tecnología, Finthec, entre otros.
Y la otra, con motivo del acostumbrado seminario Fyca de todos los años, organizado por la Bolsa Mercantil de Colombia BMC, en compañía de la SAC y del diario Portaflio.
Ambas colmadas de propuestas nuevas y de grandes retos, dentro del marco de los principios de honorabilidad, transparencia, seguridad y cumplimiento propios este mercado.
Hace un año asumió la Presidencia de la BMC. Rafael Mejía López, antes presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia SAC, quien ha planteado el fortalecimiento estratégico de las Sociedades Comisionistas, idea que goza de total acogida, pues es claro que los resultados económicos son fruto de la concertación con estos promotores y articuladores de negocios, que ejercen su oficio en nombre de un mandante, como bien lo establece el Código de Comercio a través del denominado Contrato de Comisión; debiéndose reglamentar pronto, también, el Contrato de Corretaje para la negociaciones de productos tal como las mismas Sociedades Comisionistas lo han sugerido de tiempo atrás.
Así las cosas, dichas Sociedades Comisionistas esperan recibir los incentivos necesarios para hacer sostenible su oficio y prestar un adecuado, oportuno y lucrativo servicio, mientras la bolsa como proveedor de infraestructura hace lo suyo cada vez mejor.
Entre tanto, el mercado especializado de Compras Públicas, otra fortaleza de la Bolsa Mercantil de Colombia, se afianza cada día como la mejor alternativa para los ordenadores del gasto en las transacciones con recursos oficiales, otorgándole confianza a la operación, precisamente en un momento en que son cuestionadas la mayoría de contrataciones del Estado llevadas a cabo por otros métodos.
Instrumentos que muy satisfactoriamente representan, hoy por hoy, el soporte del mercado bursátil, resultado de un esfuerzo colectivo para bien del país.