Desterrada la justicia, que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad, que está unida a ella y vive por ella.
Juan Luis Vives
LA Corte Suprema de Justicia ha establecido una nueva jurisprudencia por estos días, en los que gobierno y partidos políticos están presentando un nuevo proyecto de reforma judicial.
Entendiendo por jurisprudencia un conjunto de fallos judiciales que forman una de las fuentes del derecho y un precedente para la resolución de casos en el futuro, consiste en la interpretación de la ley emanada de un Tribunal competente.
Considerando que es una obligación constitucional: “garantizar a las personas una esfera de privacidad en su vida personal y familiar, al margen de las intervenciones arbitrarias que provengan del Estado o de terceros. Dar protección frente a la divulgación no autorizada de los asuntos que conciernen a ese ámbito de privacidad” La Corte Suprema termino interviniendo un teléfono del expresidente Álvaro Uribe, pero al cabo de unos días para enmendar la situación le respondió un derecho de petición: “interceptación de su celular obedeció a un hallazgo imprevisto e inevitable”.
Así, en una comunicación breve la Corte Suprema se lavó las manos afirmando que eso fue legal, lo que nos permite concluir que ese pronunciamiento puede constituir una nueva jurisprudencia.
Según el Código de Procedimiento Penal una interceptación debe ser objeto de sanción cuando se chuza ilegalmente una línea telefónica, sanción que debe aplicarse a un ciudadano, llámese Juan Pueblo o cualquier otro, la Fiscalía tendrá entonces la facultad de investigar hasta las últimas consecuencias para declarar la culpabilidad o la inocencia.
Igual que el huracán Florence que azoto terriblemente a los Estados Unidos, en Colombia hemos sido sorprendidos por otro huracán que son las chuzadas que tiene en líos al general (r) estrella de la policía, Humberto Guatibonza. Ojalá sea declarado inocente con la nueva sentencia “un hallazgo imprevisto”
Preguntémonos: ¿Qué le hubiera respondido la Corte Suprema ante semejante hallazgo a otro personaje como Juan Pueblo? ¿Hubiera sido la misma justificación que se le dio al expresidente Uribe?
Sabemos que el pronunciamiento en Colombia no sería el mismo, la malicia indígena me dice que Juan Pueblo no merecería ninguna respuesta, la Corte diría: “tendrá que ser vencido en juicio”, la excusa mágica “hallazgo imprevisto” se emplearía solamente para figuras destacadas de la política y de la economía nacional.
En Colombia encontramos ciudadanos que llevan años detenidos, culpables o no culpables la justicia los ha abandonado a su suerte, ya que las audiencias nunca se realizan en fechas consecutivas.
Otro caso, en los sobornos por Odebrecht denunciados por el excontralor Edgardo Maya, aún la justicia sigue sin pronunciarse, sus protagonistas pasaron de agache en la administración del ex procurador Alejandro Ordóñez, hoy nombrado embajador ante la OEA, por prescripción fueron archivadas las investigaciones.
Colombia, país democrático por excelencia, está padeciendo una grave inestabilidad institucional, estamos llegando al momento de “sálvese quien pueda” ¿Será que tendremos que acudir a la ayuda del Chapulín Colorado?