Limpiar la casa

“Conocer el nuevo rumbo en la administración de impuestos”

LO  que más irrita los ánimos de los contribuyentes en el mundo es que la administración de impuestos no funcione a cabalidad y que las obligaciones fiscales no se traduzcan en un Estado próspero o, lo que es peor, vayan a parar al bolsillo de los corruptos.

En Colombia estamos en el umbral de un nuevo proyecto de reforma tributaria que pretende corregir las distorsiones, dispersión de tarifas y exenciones innecesarias e inconvenientes. También busca cerrarle el paso a la evasión.

El presidente Santos tiene dos opciones: presentar el proyecto en la actual legislatura, este segundo semestre, o hacerlo después. Da lo mismo. Igual va a haber reforma. Estructural, quién sabe.

Sin embargo, no es primero limpiar la casa, poner los muebles en su lugar, antes de pasar invitaciones. ¿No es mejor empezar con una reestructuración a fondo en la Dirección de Aduanas e Impuestos Nacionales, en su oficina central como en todas las dependencias locales y regionales? ¿Acaso semejante corrupción en el interior de la DIAN no da para aplicar una reingeniería global a todas sus estructuras?

Como ya es un hecho el trámite de una nueva reforma tributaria -seguimos teniendo el récord mundial de una cada año-, sin que ésta implique aumento en las tarifas ni creación de nuevos impuestos, sería conveniente limpiar el interior de la DIAN, modernizarla, capacitar a sus funcionarios, honrarlos con buenos salarios para que no sean contratados por el sector privado y eliminar cualquier indicio de corrupción.

A los ciudadanos, principalmente a quienes asumimos con puntualidad la carga impositiva regional y nacional, nos vendría bien conocer el nuevo rumbo que el Ejecutivo le dará a la administración de impuestos, procurando que ésta sea fiable.

De la misma manera que le apostamos a la transparencia en el sistema tributario y estamos en contra de quienes le hacen trampa al fisco, burlando, por ejemplo, la facturación del IVA, registrando inmuebles a un precio inferior para declarar menos, diversificando cuentas bancarias a nombre de terceros para acomodar patrimonios y llevando los dineros a paraísos fiscales sin rendirle cuentas al país, también requerimos que el organismo que recauda e impone sanciones y cobra intereses de mora, se ponga al día en organización de datos, mejoras tecnológicas y depuración de todos sus sistemas operativos.

A los funcionarios de la DIAN hay que elevarles su nivel de conocimientos, y pagarles bien para que sigan firmes en sus puestos, sin ninguna tentación dañina y sin que se quieran ir a trabajar al sector privado, atraídos por mayores ingresos y reconocimientos.
Empezar por la casa trae sus ventajas.