ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 19 de Marzo de 2013

El tren va lento

 

“La realidad en infraestructura supera la ficción”

 

El Gobierno no está conforme con la marcha de economía y menos con el atraso de obras civiles que siguen causando sobre precios, mayores tarifas a transportadores y exportadores, menor mano de obra y ruina en infraestructura.

Y el país no es optimista frente al pobre avance de mega obras que iniciaron hace 13 años en la administración Uribe. No tardará la Contraloría General en abrir nuevos procesos contra atrasos, incumplimientos y daños al patrimonio público por cuenta de contratistas encargados de ejecutar principales proyectos viales para la prosperidad.

El presidente Santos pidió, con sentido común y responsabilidad social, un empujón fuerte a proyectos ya financiados de infraestructura nacional, más aún cuando en mayo cumple primer año el TLC con Estados Unidos, y vamos rumbo a nuevos tratados bilaterales.

Los gremios guardan silencio. La clase política no tiene agenda para asuntos claves como el desarrollo nacional. El Congreso no sesiona a favor de transparencia pública en contratos civiles, a no ser que haya escándalos que permitan mostrar a políticos en vitrina.

La Procuraduría debería estar encima de obras civiles como una fiera. Los empresarios asumen altos costos para operar como importadores, exportadores, productores, proveedores y comercializadores. Por eso requieren infraestructura ágil, moderna y acorde con retos en competitividad, donde vamos muy quedados frente a socios comerciales estratégicos y vecinos.

Los empresarios Enrique De La Rosa Baena y Ricardo Obregón Trujillo, coinciden para EL NUEVO SIGLO en que el estado de nuestra infraestructura compromete metas más ambiciosas de crecimiento económico.

Aseguran que la realidad en materia de carreteras, puertos y aduanas, supera la ficción. No hay vías para la prosperidad y locomotoras del desarrollo nacional no tienen suficiente combustible para avanzar por culpa de obsoleta infraestructura que causa sobre precios a  productores y retrasos al intercambio.

El banquero De La Rosa Baena preguntó ¿Y qué hará el país para lo que se le viene en materia de tratados comerciales y mayor flujo de bienes y servicios? ¿Tiene infraestructura acorde a las exigencias de los TLCs? ¿O nos vamos a quedar varados a mitad de la vía viendo crecer a nuestros vecinos?

La última y única autopista que hizo el país fue en el Gobierno de Rojas Pinilla: la autopista norte, agrega el directivo y sonríe.

A su turno, el expresidente de conglomerados Carvajal y Bavaria, Ricardo Obregón, sostiene que es impensable lo que tienen que sortear a diario las compañías nacionales y extranjeras para arañar competitividad y no perder mercados.

Lo que hay es insuficiente. Carecemos de una auténtica, audaz y profunda reingeniería al modelo de infraestructura que hoy luce el país. Iniciamos de guapos un TLC con Washington sin tener la casa lista. Llegaron los invitados y los estamos atendiendo con lo poco que hay, con muy poco para dar.