ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Abril de 2013

Ir a Caracas

 

Empresarios de Colombia y Venezuela comienzan a intercambiar información sobre ruta a seguir para fortalecer agenda bilateral y apaciguar aguas en frontera común. Y lo deben hacer directamente los productores, no esperar a que respectivos gobiernos lo hagan por ellos. La oferta exportable en ambos lados debe ser fluida y sin viejos tropiezos de incumplimientos en pagos por parte del vecino país.

Santos y Maduro, a su vez, deberán iniciar nuevas acciones tendientes a crear condiciones propicias para que esfuerzo de integración no sea en vano y premie con mayor intercambio a industrias de ambas naciones.

El presidente Santos ha reiterado su compromiso de convivencia en la frontera, pese a recientes acontecimientos que caldearon ánimos del lado nuestro.

Maduro, presidente electo de venezolanos, deberá recomponer política de integración latinoamericana empezando por dar buen tono a relaciones comerciales con Colombia, y ponerse al día, hasta el último dólar, en deudas pendientes con nuestros exportadores.

Hombres de negocios de nuestro país ya deberían estar próximos a viajar a Caracas y principales Estados venezolanos en procura de repotenciar oferta exportable, afianzar clima de inversión, consolidar capitales mixtos, cuadrar caja, y pasar revista a impacto de medidas cambiarias puestas en marcha por Venezuela. Maleta en mano, firmas de ambos países muy seguramente se alistan para viajes de consultas, exploración, acercamientos y profundización comercial. No es tarea exclusiva del presidente Santos. Los empresarios tienen mucho que ver en ejecución de agenda binacional.

El mayor compromiso político del presidente Santos pasa por mantener buenas relaciones con electo primer mandatario de venezolanos, asegurar distancia en resolución de nuestro conflicto armado y armonía en zona fronteriza.

Un marco de buenas relaciones y menos asperezas entre ambos gobernantes facilita el trabajo de empresarios de allá y de acá.

Escaramuzas políticas y altibajos diplomáticos le restan credibilidad y posibilidades al desarrollo del intercambio comercial.

Nombrar embajadores de menor corte político y mayor manejo gerencial, amigos de hacer negocios y no de la diplomacia del micrófono, ayudará a una balanza comercial favorable y a superávit en intercambio.

Si los dos Jefes de Estado armonizan estrategias comunes y manejan con cautela temas sensibles como diálogos de paz y alborotos en frontera común, al tiempo que concilian daños colaterales de devaluación del bolívar, sector privado de ambos lados tendrá espacio para nuevas inversiones en sectores estratégicos y de empleo.

Exportaciones de Colombia a Venezuela aumentaron 23% entre 2010 y 2011, pasando de USD 1.423 millones a USD 1.750 millones, después de caída de 65% entre 2009 y 2010. A agosto de 2012, habíamos exportado USD 1.774 millones, 69,6% más que en igual período de 2011.

Lo que está en juego va más allá del vecindario. Es mantener amistad política y comercial sin la tentación de provocaciones verbales.