ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 17 de Enero de 2012

A trabajar

El 2012 va a ser bueno para la economía nacional, pero no tanto como el año anterior. El boom del comercio no es seguro, aunque la industria automotriz ya supone otra gran temporada para las ventas, en tanto que el crédito bancario crecerá a tasas algo moderadas.
La gran preocupación del Gobierno y sector privado vuelve a ser lo mismo: el empleo. No va a ser fácil crear muchos puestos de trabajo si a la economía no le va tan bien como en 2011, y menos si las megaobras siguen el acostumbrado paso de tortuga sin nada ni nadie que lo evite.
La demanda de los hogares es casi seguro que se desacelerará este primer trimestre, luego de doce meses de confianza ciudadana en la economía, el país y el Gobierno.
El uso de efectivo será corto, aunque las franquicias que manejan las tarjetas de crédito en Colombia estiman que los pagos con dinero plástico van a seguir siendo importantes este primer semestre. Sin embargo, eso dependerá del ritmo que tomen las ventas y de la cautela o no que tengan los hogares para endeudarse o comprar a crédito.
Volviendo al trabajo hay quienes aseguran que si las obras de infraestructura avanzan con celeridad, habría cupo para más mano de obra. Eso va a depender de la suerte que tengan los principales proyectos viales, quedados, lentos e inconclusos.
Las carreteras parecen condenadas al fracaso en su mayoría. Trazados incompletos, tramos solitarios, trabajos olvidados y escasos operarios en las vías. ¿Sería por la temporada? No creo. Siempre es lo mismo. Así no vamos a ningún TLC con Estados Unidos.
Vuelve la tregua del invierno en algunas regiones como estímulo para que afanemos a contratistas y responsables de los contratos de infraestructura que no toman forma. Es llover sobre mojado, la misma leche derramada, la cantaleta de siempre y, casi siempre, los mismos protagonistas.
El inicio de actividades económicas y académicas es una forma de presentar la prolongación del calendario. La fiesta ya terminó. A trabajar se dijo. A enmendar los errores pasados y a evitar repetirlos.
Un cambio de actitud y conciencia política por lo que debemos hacer a favor de un mejor país, nos caería bien. Empecemos por creer que sí.