A raíz del debate sobre el acuerdo de la Cancillería de enseñar la lengua swahili a los colombianos, en vez de hablar la lengua universal del momento y así superar nuestro analfabetismo funcional idiomático, rememoré mi primer contacto con esta lengua cuando fui embajadora en Kenia.
Obviamente, si usted es diplomático y se defiende con el inglés y el francés, pues no hay problema. Sin embargo, si era importante para mí demostrarle al gobierno de Kenia que respetaba y apreciaba su cultura y fue así, que hice un acuerdo con ellos para recibir clases de swahili con los funcionarios que quisieran, sin faltar a nuestras funciones y horarios.
La cancillería de Kenia cumplió con su palabra y nos embarcamos en este desafío que implicaba, por lo menos, tratar de manejar los elementos básicos de comunicación en swahili. Comencé por entender que esta lengua manejaba palabras prestadas de árabe, (20%) inglés, portugués (1.0%), del hindi (3,9%) del persa (3.4%) y del malgache (0.4%) y lenguas africanas (2.8%), con una pronunciación gutural que se asemeja al francés. Investigué sus orígenes, ya que entendía que más de 150 millones de africanos se comunican con ella, además de ser aceptada por la ONU como idioma oficial de trabajo, junto con el inglés, francés, portugués, árabe y obviamente en la Unión Africana.
Se habla y se enseña en estos países: Kenia, Tanzania, Uganda, Islas Comoras y la República Democrática del Congo (RDC), Burundi, Mozambique, Madagascar Ruanda, Burundi, Somalia, Zambia, Malaui de Tanzania. La lengua comenzó su impulso por el presidente Neyerere, de Tanzania, en los 60, ya que la consideró vital para la comunicación y el comercio de esta parte del mundo. El inglés se habla como lengua oficial en 27 países de África, el francés en 21 de las 54 naciones africanas.
El swahili pertenece al grupo de la familia de lenguas bantúes de Níger y Congo de la costa de África Oriental. Se escribe como se habla. Originalmente se escribía en árabe. Los primeros escritos datan de siglo XIII en Tanzania, escritos en Kilwa. El nombre de swahili proviene del árabe Sawahil que significa costas, ya que fue en la isla de Zanzíbar en donde se originó en los siglos VIII y XII de la era cristiana.
Tanto en Tanzania como Zanzíbar, en 1964 se abrió el primer Centro de Investigación de la lengua KiSwahili actualmente integrado a la universidad de Dare es Salam, capital de Tanzania. Se fundó también el Concilio Nacional del Swahili que se creó para desarrollar y promocionar esta lengua y lograr así la integración nacional.
Disney en sus películas ha promocionado muchas palabras y nombre traídos del swahili como en el Rey León con Hakuna Matata, que significa no hay problema.
Ahora bien, estoy convencida que saber otro idioma abre todas las puertas al mundo. Saber swahili me parece importante para el mundo empresarial sí se quiere ganar la confianza de los africanos. Pero la pregunta es si en este momento Colombia necesita aprender swahili o inglés que es la lengua universal.
Nuestra misión es lograr el bilingüismo con rapidez si queremos insertarnos en el mundo de la tecnología y globalización. Sin embargo, confieso que lo poco que se dé swahili me abrió puertas en África, ganadome el cariño y respeto de muchos de sus ciudadanos.