RAFAEL DE BRIGARD, PBRO. | El Nuevo Siglo
Domingo, 17 de Noviembre de 2013

Diez mandamientos

 

1º No  beberás licor, ni poco ni mucho. El alcohol en la mente de los colombianos se convierte en un arma que pone todo en peligro, especialmente la vida, los matrimonios, la familia, el trabajo, la salud y todo lo bueno de la existencia.

2º No odiarás a nadie, ni siquiera a tu peor enemigo. El odio ofrece la falsa ilusión de sanar las heridas, pero provoca otras peores tanto en quien lo alberga como en quien es su destinatario. Si eres un líder, nunca odiarás ni fomentarás el odio.

3º No consumirás sustancias sicoactivas, ni siquiera para probar. Las drogas ilícitas siempre producen daño en la propia vida, en el entorno familiar y en toda la sociedad. Nunca creas en la honestidad de los que las quieren libres.

4º No seas infiel nunca ni con nadie. Toda infidelidad es traición en primer lugar a Dios, y también a cada persona que espera algo bueno de ti. Tampoco serás infiel a tus valores, principios, religión, país y comunidades a las que perteneces.

5º No mates ni trates indignamente la vida en ninguna circunstancia. Solo tienes la vida y los demás también. Sin ella nada es posible. No abras jamás tu corazón a quienes la consideran relativa pues la próxima víctima serás tú.

6º No faltes nunca a la justicia en tus acciones. Todo lo que existe, el planeta, las plantas, los animales y sobre todo las personas, deben poder estar serenamente en el mundo y nunca les quitarás lo que por naturaleza es suyo porque Dios se los dio.

7º No trates con dureza al pobre y al humilde. Ellos siempre tienen la esperanza de que los demás les darán una mano y les iluminarán el horizonte de la vida. El mal trato al sencillo, siembra rencor y violencia e incuba la venganza.

8º No abandones a ninguna persona querida y a nadie que te necesite. La soledad completa aplasta al ser humano. No desaproveches nunca la oportunidad de hacer sentir bien a alguien con tu sola presencia.

9º No te dejes esclavizar por nada. No ignores que son muchos los que te quieren encadenar con adicciones, consumo, redes sociales, deudas, fanatismos, ideologías. No cambies tu verdadera libertad por absolutamente nada.

10º No tengas nunca simpatía por el mal. El mal siempre es mal. Ningún mal es neutro, sino que afecta, destruye, divide, entristece. Que nunca te falte valor para rechazar lo que es malo e incorrecto.