RAFAEL NIETO NAVIA | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Junio de 2013

¿Quién podrá defendernos?

 

En Estados Unidos un padre le escribió a su hijo que, dada su edad, tenía problemas para arreglar el jardín de su casa que estaba enmontado. El hijo le contestó un e-mail en el que le decía: “tienes que tener cuidado con las bombas que hay enterradas allí”. La Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) interceptó el e-mail y tomó las disposiciones para defender la “seguridad” de los Estados Unidos. Al día siguiente, agentes americanos habían escarbado el jardín en busca de las bombas, sin encontrar nada por supuesto. Pero el trabajo que el padre tenía que hacer quedó hecho.

La NSA es una agencia cuya función es el espionaje electrónico que, dicen ellos, ha servido para evitar múltiples atentados contra el país. Depende, como la CIA, del Director Nacional de Inteligencia. Después del 9/11 y las normas antiterroristas que se adoptaron contra Al-Qaeda, sus poderes se han visto fortalecidos y, según se ve, excedidos.

En su página web, la NSA dice que su misión es captar información de los enemigos y que, por consiguiente, es una agencia de espionaje hacia afuera de los Estados Unidos. Pero, como ha salido a la luz pública recientemente, también espía internamente. Esto ha sido siempre bien conocido por la gente y por eso el hijo de nuestro cuento sabía cuál sería el resultado de su e-mail aunque, para espiar a los gringos, dice la NSA, se necesita una autorización judicial especial. Hay una corte de bolsillo, la Foreign Intelligence Surveillance Court, y, en cada una de las Cámaras del Congreso, un Comité encargado de los asuntos de inteligencia. Pero, como lo demuestra el escándalo suscitado por las revelaciones de Edward Snowden, eso no ha salvado a los gringos del espionaje de la NSA. La Unión para las Libertades Civiles Americanas (ACLU por sus siglas en inglés) ha iniciado acciones legales para obligar al Gobierno a borrar todos los datos referidos a sus ciudadanos, terminar el programa y declararlo inconstitucional.

Estados Unidos se ha visto obligado a dar explicaciones a los europeos que, con cara de inocentes, están negociando con ellos a través de la Comisión Europea para que “exista un equilibrio entre la lucha contra el terrorismo y el respeto de la vida privada de los ciudadanos.” Lo que los gringos dicen es que el programa defiende igualmente los intereses de los Estados Unidos y los de sus amigos. Y los europeos, que probablemente reciben información clasificada y seleccionada de la NSA, van a declararse satisfechos.

¿Y los demás Estados? A mirar para San Felipe. No está el Chapulín Colorado para defendernos del Gran Hermano.

 

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Coda. Cuento de abogados: Un tipo se robó unas gallinas y luego se quejó de que no le daban suficientes huevos. Cuando el dueño de las gallinas trató de recuperarlas, el ladrón se quejó de que el dueño le estaba pagando mucho a su abogado, aunque él mismo le estuviera pagando al suyo con lo que producían las gallinas robadas.