RAFAEL NIETO NAVIA | El Nuevo Siglo
Martes, 24 de Enero de 2012

 

Los problemas con Irán

 

La posibilidad, cada día más evidente, de que Irán, con su régimen fundamentalista islámico, se convierta en una potencia nuclear, con la ayuda de nuestro vecino el teniente coronel Chávez que, aparentemente, hace la minería y le suministra uranio, representa un riesgo para aquella zona y, en particular, para Israel. Pero también los vecinos árabes están preocupados y cooperando con Naciones Unidas en tratar de evitar la nuclearización de Irán. El retiro de Estados Unidos de Irak, que ha sido mortal enemigo de Irán, contribuye a desestabilizar el área aún más pues los líderes árabes pueden pensar que el poder de los Estados Unidos se está debilitando. Esto sin contar que el régimen sirio tambalea y eso dará a Irán aún más influencia sobre los grupos fundamentalistas que pululan en el Medio Oriente.

Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas a Irán, especialmente en relación con el petróleo, pero los grandes compradores del crudo iraní como China, Japón e India no van a ayudar mucho. Hay también una guerra de inteligencia en el sector que ha producido la muerte de varios científicos que colaboraban en las investigaciones y laboratorios de enriquecimiento de uranio en Irán.

Se ha propuesto crear una “zona desnuclearizada”. Pero ¿son confiables los iraníes, como para que semejante propósito se logre? Dicen que su programa nuclear es pacífico (son miembros del Tratado de No Proliferación), pero ese cuento no se lo ha creído ni la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Tampoco Israel lo cree así y está listo, aparentemente, para atacar los reactores iraníes, aun en contra de Estados Unidos, ya que no confían en Obama y piensan que su información podría ser compartida, si la dejan filtrar, como era lo usual, a las agencias de inteligencia norteamericanas. Se dice que hay conversaciones secretas con la ayuda de Turquía.

Irán, por su parte, ha amenazado con bloquear el Estrecho de Ormuz, hecho que sí ha molestado al gobierno de Obama, quien ha hecho llegar por un laberinto de canales un mensaje terminante a Irán de que no tolerará tal cosa. Es probable que Irán solamente esté aparentando, pues sabe que tiene mucho que perder con semejante jugada. Por el Estrecho circula alrededor de 40% de la producción petrolera mundial. Es, por supuesto, un punto geoestratégico de particular interés para Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Bahrein, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, pero también para las grandes potencias como Estados Unidos y Reino Unido que tienen flotas con portaviones en el área.

Este año probablemente traerá más de una sorpresa respecto de esta situación. Los jugadores de póker geoestratégico, como Obama, son impredecibles y uno no sabe cuándo se va a dar la mano con Ahmedinejad, dejando a Israel en la estacada.

Coda. ¿Qué pasó con el escándalo de Mapiripán? ¿Qué con las nuevas investigaciones sobre otros casos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos? ¿Cuál ha sido la suerte de la valiente Fiscal que destapó esa olla?