Santos confesaba hace unos años a la periodista Patricia Lara su temor porque al final de su gobierno lo describiese como un “traidor de su clase”.
A pocos días de terminar su mandato recorre el país entregando obras concluidas y otras inconclusas para que se le recuerde como el mejor presidente que ha tenido Colombia.
Ante el mundo internacional lucirá su Nobel de Paz, a espaldas del pueblo colombiano, pues en Colombia quedan unas Farc libres de toda culpa, celebrando con parrandas los ser favorecidos con el manto de la impunidad.
Santos como buen jugador también deja un regalito a su sucesor, llamado el “Estatuto de la Oposición”. Socarronamente sabe muy bien que será como una espada de Damocles, del cual no se librarán ni Duque, ni el expresidente Uribe.
Este regalito envenenado, naturalmente les hará pasar muchas horas amargas en sus cuatro años de gobierno.
Santos abrumado de felicidad, como todo un mago, hace público el Estatuto de la Oposición, estatuto que será considerado como una perla caída del cielo, pues acabará con la corrupción y con la mermelada. Entonces lloverá maná, lo que hará que su figura presidencial sea elevada al santoral de los prohombres de la humanidad.
El pueblo colombiano ingenuamente pensará que fortalecerá la democracia, otorgándole nuevas herramientas a los partidos que se declaren en la oposición. Naturalmente facilitará a la oposición pasar de una minoría a una mayoría en un futuro cercano.
Puede suceder que se le voltee la torta al gobierno actual. ¿Qué puede pasar cuando el gobierno, en uso de sus facultades constitucionales y legales, tome medidas antipopulares como una reforma tributaria?
Los de la oposición saltarán como liebres. Ellos con discursos populistas sintiéndose triunfadores, convocarán al pueblo a manifestarse masivamente en contra del gobierno, como lo está haciendo Petro, desde antes de posesionarse el nuevo Presidente.
Claro que Petro dirá que no participa en las marchas porque estará sentado en su curul del Congreso de la República, ejerciendo éticamente sus funciones de Senador por haber sido el candidato derrotado.
Hoy la oposición podrá ser liderada no solamente por Petro, también el senador Jorge Enrique Robledo es considerado el líder de la oposición en el Congreso de la República. Ellos podrán utilizar cómodamente los mismos medios radiales y televisivos del gobierno para ejercer su derecho a la réplica.
Es contundente la venganza del Nobel de paz con este regalito envenenado. Santos se irá hacia otras tierras, donde observará complaciente la forma en que la oposición le coloca palos en la rueda al gobierno, mientras él recibe los aplausos del mundo internacional, que creyo que en Colombia se había logrado la paz.
Bien lo decía el gobernador de Nariño, Camilo Romero, “la paz se ve únicamente en televisión, porque los que vivimos en este departamento sabemos que la guerra no se ha terminado, los disidentes siguen secuestrando y asesinando. Es la hora en que no se ha capturado al disidente Guacho ordenador del fusilamiento de los periodistas del Ecuador”