Las protestas estudiantiles se convierten en una tormenta en los Estados Unidos, debido a la intensidad de los bombardeos de Israel en Gaza, que responden a los ataques terroristas y secuestros de Hamás. Se pensó en los medios de comunicación que los estudiantes se mantendrían tranquilos, moviéndose de sus residencias a los centros estudiantiles. Poco a poco, con relativa molicie las protestas han ido tomando fuerza y tienen en vilo la relativa tranquilidad de las principales ciudades del país. El detonante: el apoyo de los Estados Unidos a Israel y la masacre de millares de palestinos, por cuenta del ejército convencional de Israel, con su superioridad militar y técnica. Tanto demócratas, como republicanos apoyan e Israel, que es un aliado fundamental en su visión política mundial. Israel, formalmente, no aparece como miembro de Unión Americana, más los lazos entre ambas naciones son intensos.
Los palestinos de Hamás apelan al terrorismo como arma de combate para doblegar al enemigo israelita, que responde con ataques convencionales y no convencionales, como bombardear embajadas y actuar en el extranjero con suma violencia contra sus enemigos. Las diferencias entre ambos pueblos son inmensas, pese a tener en algunos casos un pasado común de milenios, como antagonismos. Los israelitas, de origen europeo, instalados en esa zona, como consecuencia de los cambios geopolíticos que deja la II Guerra Mundial, en especial dada la terrible represión que sufrieron en la Alemania de Hitler, con el respaldo de Inglaterra y las potencias occidentales, llegan con una actitud y un pensamiento occidental, para quedarse, aduciendo que en tiempo bíblicos estuvieron sus tribus instaladas en esas regiones.
La más influyente comunidad semita en el mundo se encuentra en Nueva York. Se dedican a las altas finanzas, la especulación en bolsa, el comercio, la industria e influyen en el Congreso y el gobierno, como en los medios y en el país. En distintas ocasiones, diversos grupos de ortodoxos judíos, han protestado por los bombardeos de Israel en Gaza. Se trata de una guerra desigual, en la cual el ejército convencional avanza sobre las ciudades y arrasa todo lo que encuentra. En tanto los de Hamás se refugian en construcciones que llegan a tener hasta el equivalente de un edificio de 15 pisos bajo tierra. Se pensó que por la abismal diferencia de armamento, los terroristas caerían pronto, en tanto la guerra se prolonga. Incluso, se dice que el primer ministro de Israel, es el más belicoso del gobierno, cuando en realidad está presionado en la alianza que lo respalda por otros sectores más radicales, que podrían forzar ir a elecciones.
El mundo contempló en estos días el disparo de misiles desde Irán hasta Israel y a la inversa, como respuesta al ataque a una de sus embajadas, donde murieron figuras importantes relacionadas con el gobierno. Lo mismo que en solidaridad con la población de Gaza. Así mismo, han sido derribados en el aire numerosos misiles contrarios, por cuenta de la defensa del Estado judío. Hemos visto la condena verbal de la ONU a los ataques de Israel contra los civiles, así como la impotencia del principal organismo mundial.
La respuesta a la guerra y el conflicto en Gaza no es romper con Israel, sino más bien buscar un cese al fuego, un alivio para la población civil. Al Colombia romper relaciones con Israel sacrifica la amistad con uno de los sectores más influentes de los Estados Unidos, que mueve millones de negocios en ese país. Por supuesto, las Fuerzas Armadas de Colombia, los servicios secretos, sus diversos estamentos, en particular los especializados en la lucha contra los terroristas y la subversión, se verán perjudicados. A la inversa, el terrorismo subversivo ve con alivio la ruptura con Israel, un país amigo y en gran medida tradicional aliado de Colombia.
Ese conflicto de Israel tiene en jaque a los Estados Unidos, en cuanto viene provocado el despertar de la inmensa multitud universitaria que protesta a diario en sus centros educativos y los alrededores, acusando al presidente Biden de llevar a su país a la guerra. No parecen entender, o no les interesa, que Israel cumple un papel geopolítico clave en esa región del mundo. Claman por el retiro del apoyo militar de Estados Unidos a ese país, lo que no va ocurrir ni con Biden, ni con Trump y entre tanto incidirá en los resultados electorales por la presidencial.