“La amnesia de nuestro presidente ha sido muy grave”
“No tragar entero” así lo expresaba el ex ministro Alfonso Palacios Rudas, advirtiendo a aquellas personas que "comen carreta”, para que no creyeran en pajaritos de oro producto de imaginaciones de enfermos mentales, que por su alta patología piensan que el pueblo se equivoca.
Según el psiquiatra doctor Rodrigo Córdoba en entrevista con María Isabel Rueda mencionó un trastorno mental conocido como “anosognosia”, que tiene que ver con la incapacidad de reconocer los problemas, dificultad real de no querer leer la realidad.
Nuestro presidente, en sus ocho años de gobierno se ha caracterizado por sufrir este trastorno mental, acompañado por una egolatría y amnesia incontrolables, creyendo que sus propias opiniones e intereses son modelo de inteligencia para un pueblo ignorante.
Recordemos su famosa frase “el tal paro no existe” ignorando así la realidad del campo colombiano, lo que nos permite intuir que esta frase fue craneada en un estado de éxtasis profundo imaginándose en tierra londinense.
Desafortunadamente funcionarios de su confianza, no le han hecho caer en cuenta que su estado mental es deplorable, su amnesia crítica no le ha permitido recordar a sus fieles asesores de la campaña presidencial.
Al tener conocimiento de las donaciones hechas por Odebrecht a su campaña, a través de Roberto Prieto, respondió folclóricamente “me acabo de enterar”. En su campaña presidencial también prometió “firmar sobre piedra o mármol que no voy a incrementar las tarifas de los impuestos durante mi gobierno”, también se le olvido.
En Providencia anunció una inversión en una planta de 17.500 millones de pesos para que sus habitantes ya no tuvieran que recoger el agua lluvia en cisternas. A partir de ese momento tendrían agua durante doce horas diarias, pero lo anunciado no se cumplió. Hoy el agua llega cada tres semanas si se está con suerte, la calidad del agua del embalse resultó inferior a lo previsto y la capacidad de la planta no fue suficiente para tratarla.
La amnesia de nuestro presidente ha sido tan grave, que en el acuerdo de La Habana no incluyó a las víctimas para ocupar unas curules en el congreso de la república, sólo se le otorgaron curules a los excombatientes, ignorando así el derecho fundamental de la igualdad establecido en la constitución.
También con su egolatría nombró Secretario General de la Presidencia al doctor Alfonso Prada, desconociendo las múltiples denuncias que tiene en su contra por el manejo de los dineros públicos y nombramiento de familiares en el SENA, violando así el régimen de inhabilidades y conflicto de intereses. Sólo conocemos el pronunciamiento público del presidente anunciando su pleno respaldo a éste insigne patriota, de quien se debe compadecer el pueblo por su gran humildad franciscana.
Como ya es de conocimiento público las denuncias ya se han hecho ante la Procuraduría y ante la Fiscalía General de la Nación, esperamos pronto un pronunciamiento, para que nuestro ilustre ególatra y amnésico presidente sea tratado inmediatamente en una clínica psiquiátrica, ojala sea atendido por el psiquiatra Rodrigo Córdoba.
No hay duda de que el pueblo colombiano es inteligente, por eso nunca tragara entero.