“Lucha contra el coronavirus no es una batalla política”
Menos protagonismo y más positivismo. Me comentaba mi mamá la semana pasada que ojalá que los líderes y políticos supieran que todos les estamos parando bolas. Tienen nuestra atención, pero decía ella, necesitamos que sean concretos y no digan tanta bobada. Las mamás siempre tan sabias.
Es verdad. Va uno a redes sociales y se encuentra con un exceso de protagonismo de personas que a parte de tener una voz, no influyen en la ejecución de acciones que contribuyan a mejorar esta situación tan retadora en la que se encuentra no solo Colombia, sino el mundo entero.
¿Qué sentido tiene criticar al Presidente Iván Duque o a la Alcaldesa Claudia López? Por poner dos ejemplos. Los bandos políticos le caen encima a los aciertos y desaciertos sin piedad del uno y del otro. Pero el problema no solo es de ellos. Es de todos. Esta lucha contra el coronavirus no es una batalla política sino de salud pública y la victoria inicial es ganarle a la muerte. Por eso ya es hora de reconocer que Colombia, en el comparativo mundial, ha tomado medidas antes que otros países que hoy lamentan no haberlo hecho a tiempo. Eso significa que nuestros dirigentes han actuado con prontitud y que es la sociedad la que tiene que responder al cumplimiento de las medidas tomadas. De nada sirve que nos digan que nos guardemos en las casas, si nos las damos de vivos y salimos a pasear.
Para salir adelante hay que trabajar en equipo. Superar primero la crisis de salud y luego enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia. Para eso necesitamos sensatez, conocimiento, pausa y sabiduría. Pero hay un grupo de pesimistas, que a todo le dicen que no, de todo se burlan y que su forma sistemática de comunicarse es con resentimiento y crítica excesiva, que dejan ver más bien, las dificultades emocionales que pueden estar sufriendo por aislamiento en el que estamos todos.
Esta reflexión la hago porque me causó mucha sorpresa el comentario de la actriz Margarita Rosa de Francisco y el comentario que hizo de usar la bandera de Colombia como papel higiénico, en una clara oposición a una invitación que hacía la primera dama de la nación. Entiendo que se disculpó, pero al final queda la pregunta y ¿para qué el comentario?
Las palabras de ese calibre y con ese alcance, dejan un ambiente infectado de resentimiento y rabia, que en estos momentos sobra. Yo sí quisiera que voces como la de ella y la de otros artistas se alzaran para convocar a la unión, solidaridad, disciplina, el trabajo en equipo, entre otros valores que necesitamos exaltar y promover.
Este no es tiempo para ganar más likes, ni votos, ni seguidores en Facebook. Es tiempo para ayudar. Cada uno tiene un rol y es importante que saquemos las mejores versiones de nosotros mismos para ser empáticos con esta situación que nos tiene a todos al borde de un ataque de nervios.
Apoyemos al presidente, a la alcaldesa, a los dirigentes y funcionarios que se están quemando las pestañas, poniendo el pecho y sus propias vidas para combatir esta pandemia. Y pensemos bien antes de hablar o escribir. Si no vamos a decir algo importante, ideas que sirvan para aportar y construir, mejor callémonos. Porque como remató mi mamá, es mejor no hablar tanta pendejada.