VICENTE TORRIJOS R. | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Enero de 2014

 

Releer a Gates (I) 

 

“Sus apreciaciones no se restringen al ámbito norteamericano”

 

HOY salen al mercado las memorias de Robert Gates, el republicano setentón que fuera director de la CIA entre 1991 y 1993, y luego Secretario de Defensa durante 5 años, desde 2006 hasta 2011.

De hecho, cuando Obama derrota a McCain en el 2008, Gates ocupaba este cargo, el de mayor sensibilidad en la administración Bush, lo que hace aún más remarcable que el nuevo Presidente decidiera reconfirmarlo, sólo a él, en su gabinete.

Responsable de toda una política neoimperialista, el presidente demócrata no se atrevió a improvisar en tan delicadas materias y resolvió, a regañadientes, ratificar al Secretario que junto a D. Rumsfeld había consolidado la transformación de la Fuerza.

Por todo eso, resulta muy edificante explorar ahora los avances que algunos diarios han hecho de Duty : Memoirs of a Secretary at War y sumarlos, ya con el texto en mano, a la lectura habitual que debe hacerse de su texto anterior, uno de los pocos que verdaderamente explican por qué los EE UU ganaron la Guerra Fría pese a todas las vicisitudes : From the Shadows : The Ultimate Insider's Story of Five Presidents and How They Won the Cold War.

Al fin y al cabo, Gates fue el primer jefe de la Agencia Central de Inteligencia que llegó al cargo desde la base, como un verdadero experto, y no como una simple pieza política, lo que explica, de paso, su acceso y permanencia en la cartera de Defensa.

No en vano, él tuvo la fortuna de formarse al amparo de los más notables conocedores de la temática en su país, todos ellos profesores de seguridad y defensa, empezando por el propio Henry Kissinger, y pasando por Zbignew Brzezinski, Brent Scowcroft, y William J. Perry, con lo cual, es apenas comprensible que más allá de su grado en Historia Europea, Gates se haya doctorado en Historia Rusa y Soviética para después vincularse a la vida docente en la Universidad de Texas.

Adicionalmente, sus apreciaciones no se restringen exclusivamente al ámbito norteamericano.  Puesto que las evaluaciones en las que participó como analista de Inteligencia tuvieron siempre cobertura internacional, las políticas de seguridad y defensa que lideró tuvieron dimensiones hemisféricas y globales.

En efecto, la segunda parte de su vida pública, relacionada directamente con la Segunda Posguerra Fría (a partir del 11 de Septiembre), es la que pone a Gates en consonancia con la realidad de América Latina y el Caribe y el Socialismo del siglo XXI.