Víctor G. Ricardo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Noviembre de 2015

RETO NACIONAL

Alianza por la Paz

“Es más lo que nos une que lo que nos separa”

 

La paz debe ser la construcción de una gran alianza contra el delito, venga de donde venga. Una alianza contra la corrupción que ha invadido todos los ámbitos y niveles tanto de la administración pública como de la empresa privada. Es tan corrupto el que recibe comisiones como el que las da o entrega.

 

Se necesita una alianza contra el narcotráfico, delito que tanto daño le hace a la salud del mundo como a la destrucción de los valores éticos y morales e incluso lleva a menospreciar y atentar contra el mayor derecho de la humanidad que es la 'vida'. También una alianza contra la violación de los Derechos Humanos y contra la injusticia social entendiendo que la paz no se decreta, sino que se construye  haciendo presencia e inversión del Estado en todo el territorio nacional que permita la construcción de equidad y cada vez más estreche el divorcio que  existe entre el campo y las ciudades y entre los ricos y los pobres.

 

Y toda esta alianza debe comenzar por la terminación del conflicto armado que permita cambiar el sonar de las balas y de la muerte por la libertad de las ideas y de las propuestas.

Pero claro, el acuerdo de terminación del conflicto armado debe lograrse con los grupos alzados en armas contra el Estado de Derecho, que después de cincuenta años no lo hemos logrado terminar por la vía militar  y por eso lo estamos buscando por la vía de construir una solución política. Pero hay que tener  muy claro que la paz se construye es con y para todos los colombianos. Un país en que la clase pobre no come, en que la clase media no vive y en que la clase rica no duerme, necesita de la voluntad de todos los colombianos para construir conjuntamente el futuro.

 

En las actuales circunstancias que vive el país no hay abismos ideológicos que nos separen. En cambio, tenemos la perspectiva común y compartimos la convicción de que la justicia social es el fundamento de la paz. El proceso de paz de La Habana debe permitir que nos pongamos de acuerdo sobre la forma de alcanzar ese propósito común, en la medida que los acuerdos que se logren sean sólidos y por lo tanto sostenibles y duraderos.

 

Probablemente, tenemos diferencias de percepción, ideas contrapuestas, pero si actuamos de buena fe, con transparencia y sobreponiendo los intereses de la Nación a cualquier otra circunstancia, probaremos que es más lo que nos une que lo que nos separa. Todo esto sin debilitar el poder de las Fuerzas Armadas de Colombia que se requieren para defender las instituciones, la soberanía y para mantener la paz.