¿Volver a empezar? | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Septiembre de 2019

“Se impone la inteligencia y el tacto entre las partes”


La paz ha sido siempre esquiva para los colombianos, un permanente volver a empezar sin que haya podido cristalizarse definitivamente. 
Varios intentos fallidos se cuentan en la historia, seguidos de acciones retaliatorias contra los firmantes, cuando a pesar del escepticismo de algunos se tuvo fe en lo pactado.

Hoy día el rearme de los disidentes de las Farc, transcurridos 65 años de su fundación y habiendo firmado los compromisos de La Habana, fractura la paz y llena de desconfianza e incredulidad al mundo. Es la lucha por el poder, "todo o nada", y es ahí donde la ambición debilita los acuerdos y rebasa lo posible.

Betancur enfocó sus esfuerzos a un acuerdo negociado, para lo cual estructuró una reforma política que facilitó el diálogo con las guerrillas y demás grupos ilegales.Creó la Comisión Nacional de Paz e incluso firmó acuerdos de cese al fuego y tregua; hechos que hoy día la gente no sabe o no recuerda.

El M-19 se acogió al proceso pero las Farc continuaron delinquiendo, al igual que las demás organizaciones guerrilleras, entre ellas el Epl y el Eln. Era el año 1982, el mismo en el cual el Congreso aprobó la Ley 035 llamada “de Amnistía”, mediante la cual quedaron en libertad muchos presos políticos que habían sido encarcelados con la aplicación del llamado "Estatuto de Seguridad", expedido por su antecesor, Julio César Turbay, al amparo del estado de sitio.

Eran años muy difíciles a los cuales les había precedido el cruento enfrentamiento de liberales y conservadores en “la violencia” de los años cincuenta.

No es de ahora, entonces, que la paz sufre un traspié siendo siempre la clase política el principal obstáculo para alcanzarla, tal como viene sucediendo ahora con el Acuerdo de La Habana y sus seis puntos básicos, dentro del marco de la Jurisdicción Especial para la Paz.

Temas todos producto de un gran esfuerzo conjunto entre guerrilleros y el gobierno de Santos, con Humberto de la Calle, y su equipo de asesores, como su gran artífice. Un esfuerzo ahora a punto de verse frustrado luego de más de cuatro años de conversaciones.
Una frase famosa enseña: "mañana es el primer día del tiempo que nos falta por vivir".

Así las cosas, a los mayores nos ha correspondido la tarea llevada a cabo hasta hoy. Son entonces las juventudes las que están llamadas a intentar sobreponerse a los celos y al egoísmo de los políticos.

No se puede permitir que la guerrilla, con su retórica amenazante y promotora del pánico, asuma el protagonismo cuando, por el contrario, se impone es la inteligencia y el tacto entre las partes, factores esenciales para reconducir el proceso y no dejarlo acabar.

Recordemos a Mujica, expresidente de Uruguay, cuando dice: "Hay que ver si lo importante es cobrar cuentas viejas o arreglar el porvenir (...)".