Pelé no hizo campaña para ser presidente de Brasil, en cambio el futbolista de los 90, balón de oro que lo ofreció a cambio de la conquista de la paz en su patria, el del Chelsea y el Mónaco, el de los goles formidables, sí se lanzó y obtuvo el 61 por ciento de los votos en las recientes elecciones de la República de Liberia. Es el nuevo presidente del pequeño Estado Africano, que tiene cinco millones y medio de habitantes, vecino de Guinea, Costa de Marfil y Sierra Leona con una extensión de trescientos quince mil kilómetros cuadrados.
Liberia fue fundada por norteamericanos como colonia destinada a albergar a antiguos esclavos africanos liberados. Hacia 1461 los portugueses ocupaban el territorio denominado Costa de Pimienta por la abundancia del grano tipo murciélago, después vinieron los holandeses, hacia 1821 pisaron suelo los esclavos, la colonización se produjo entre 1821 y 1847. El tiempo fue pasando, los problemas crecieron, las divisiones también. Durante la segunda guerra mundial Liberia apoyó a los aliados, suministró caucho, sirvió de base estratégica a las Fuerzas Armadas norteamericanas y Firestone instaló su fábrica de llantas.
Muchas cosas sucedieron hasta 1980 cuando el Consejo de Redención integrado por militares, tras un cruento golpe se tomó el poder. La inestabilidad interna era ostensible, la oposición combatió al régimen, lo apabulló. La primera mujer africana en ascender a la presidencia fue Ellen Johnson-Sirleafm en el 2005, luego del acuerdo de paz suscrito en el 2003. En esa ocasión se presentaron veintitrés candidatos y por primera vez el futbolista ahora victorioso fue candidato obteniendo importante votación, el mandato de la dama duró, la sucederá en el 2018, George Weah de cuarenta y ocho años, quien reivindica con orgullo su condición de liberiano y aventajó en la segunda vuelta, al actual vicepresidente, el veterano Joseph Boakai.
En las Naciones Unidas la bandera de Liberia ondea. El pueblo votó por un cambio radical, la euforia estalla en las calles de Monrovia, ganó el que fascinaba al mundo con jugadas maestras mientras en su país se desarrollaba un conflicto sangriento. Este hombre, de origen humilde aspira a sanar heridas, es popular. Sin embargo se critica a su vicepresidenta, esposa del ex presidente Charles Taylor, quien sigue en la cárcel cumpliendo una condena de cincuenta años por crímenes de guerra. Ella alega que no posee relación alguna con esa persona.
Nos parece África distante, vivimos inmersos y encerrados en nuestra propia política, este año habrá elecciones en Colombia para Presidente y Congreso, eso interesa, ojalá que el don del acierto nos acompañe, pero ¿Cómo no registrar el gol político anotado por el célebre futbolista?