6 hombres, un solo destino: la muerte | El Nuevo Siglo
Viernes, 14 de Junio de 2013

Seis policías  y una sola historia de corrupción es lo que presenta en esta temporada el Teatro La Carrera con su nueva obra de teatro Falsos hombres positivos. En la pieza teatral seis detectives estatales se ven enredados en su propia corrupción, tras la búsqueda de un cargamento, el esclarecimiento de una masacre, un falso positivo y la supuesta limpieza de una corporación judicial.

La obra se estrena el 21 de este mes con funciones los viernes y sábados. La historia de Falsos hombres positivos (historia de siete hombres y un destino) involucra a dos hombres que son contratados para borrar del mapa a otros dos que por órdenes de “arriba” realizan un falso positivo para encubrir el derribo de una avioneta con un cargamento de estupefacientes.

Todo se desarrolla dentro un bar conocido como “La Arteria” donde confluyen todos estos personajes que persiguen y son  perseguidos por un legendario hombre del oeste, un lugarteniente y un joven ingenuo que ha ingresado a la corporación, que desenreda la trama y compromete el secreto a voces del sistema judicial. Todos los personajes tienen un destino: la muerte entre ellos, como víctimas se su propia corrupción.

El público será testigo de flashback y de escenas postmortem de lo que podría llegar a ser la vida de los personajes. A pesar de mostrar una que otra tragedia, la obra tiene ese toque cómico de enredos contado a partir de una estructura de thriller en la que se rompe la linealidad de la narrativa, pues utiliza un lenguaje cinematográfico y elementos escénicos de movimiento que sirven para distanciar una teatralidad. Coreografías que rompen la tensión dramática y son una burla al propio machismo y al poder que se plantea en la pieza serán la cereza en el pastel para disfrutar de esta puesta en escena.

El encargado de llevar esta historia a las tablas es Édgar Alexen, quien tiene una amplia trayectoria en dirigir este tipo de proyectos, además ha participado en producciones de la pantalla chica y como actor decidió crear el taller Para aprender a no actuar, con el que ha impartido clases en La Alianza Francesa de México, El Centro Nacional de Las Artes y La Casa del Teatro Nacional de Bogotá.