Aprendiendo después de los 50 años: la nueva “economía plateada” | El Nuevo Siglo
Investigaciones muestran que sumergirse en el aprendizaje, adoptar nuevos entornos y forjar conexiones sociales cumplen un papel crucial en la felicidad y el bienestar a lo largo de la vida. / Foto prensa
Viernes, 28 de Junio de 2024
Redacción Cultura

Biron Laverde es un hombre de 63 años, con formación en sistemas y profesional en ventas de servicio móviles, con la que se pensionó hace apenas un año. Inquieto y con deseos de aprender siempre cosas nuevas, se inscribió en el nivel básico de formación del programa de Inteligencia Artificial del Mintic y en otro de formación avanzada en desarrollos móviles de la Universidad Nacional.

“Siempre he sido una persona inquieta, no me gusta quedarme quieto y siempre busco aprender cosas nuevas, cosas que quizá me sirvan para desempeñarme laboralmente, pese a que a mi edad nadie me da trabajo”, dice Biron.

Pero Biron y un grupo de personas que tienen la misma edad y hasta un poco más y hacen parte de estos programas, obedecen a una tendencia creciente en Colombia y el mundo, llamada “lifelong learning” o “aprendizaje a lo largo de la vida”.

“Las investigaciones muestran que sumergirse en el aprendizaje, adoptar nuevos entornos y forjar conexiones sociales sólidas desempeñan un papel crucial en la felicidad y el bienestar a lo largo de la vida. Aprendí dos idiomas a través de la inmersión y lo encontré transformador en el viaje de mi vida”, afirma Mukul Kumar, profesor en la Universidad de Harvard y director de Innovación en Education First.

Primer mundo

En algunos países con economías avanzadas y miembros de la OCDE, como Japón, Estados Unidos, Finlandia y Noruega, se ha avanzado desde hace varios años en la oferta de programas de aprendizaje para adultos mayores de 50 años. Por su parte, en países emergentes como en Latinoamérica se han adelantado Uruguay, Chile y México con una propuesta educativa.

El 'lifelong learning' transforma el modelo educativo, abriendo un abanico de posibilidades de formación continua para el bienestar integral de mayores de 50 años. La ONU estima que la 'economía plateada' representa 15 billones de dólares”, expresa Diego Mariño, director del programa Adultos +50 Años de EF.

En Colombia, poco a poco, y debido a un creciente interés, instituciones educativas y universidades han incluido iniciativas para este grupo de edad como la Universidad del Rosario, Uniquindío, la Sabana, Eafit, cajas de compensación y EF Education First, con un programa de inmersión lingüística y experiencias en diferentes culturas.

Mantenerse activo física y mentalmente a través de actividades como estudiar, viajar o aprender idiomas, es clave para un envejecimiento saludable. Expertos coinciden que, pasados los 45 o 50 años,  aprender o estudiar tiene beneficios para prevenir la depresión, el deterioro cognitivo y fomentar el bienestar y aspectos sociales.

Estudios demuestran que el aprendizaje continuo mejora la memoria a corto plazo en un 50 % (revista "Neurology"), reduce el riesgo de demencia en un 47 % (revista "The Lancet Neurology") y potencia en un 20 % la función ejecutiva, que incluye habilidades como la planificación, la resolución de problemas y la toma de decisiones (revista "Frontiers in Aging Neuroscience"). Además, reduce el estrés, la ansiedad y mejora el estado de ánimo, la autoestima, participación social y sentido de propósito.

Aprendizajes de impacto

Los aprendizajes más beneficiosos son aquellos que son activos y desafiantes, como nuevos idiomas, desarrollar habilidades digitales o participar en juegos mentales. Actividades creativas como la pintura o la escritura también mantienen la mente activa y fomentan la expresión personal. Además, los viajes de intercambio cultural, los grupos de aprendizaje y el voluntariado ofrecen interacción social, apoyo mutuo y nuevas perspectivas. La clave para un aprendizaje continuo exitoso radica en encontrar actividades significativas, relevantes y agradables para cada individuo.

"Aunque no podemos evitar el envejecimiento cerebral, hay opciones para ralentizar el deterioro cognitivo, como aprender idiomas. Estudios muestran que al comparar cómo envejecen los cerebros monolingües o bilingües, el bilingüismo o multilingüismo está vinculado a una mejor función cerebral y cognitiva en los adultos mayores", asegura Diego Mariño.

Básicamente, el aprendizaje es el mejor amigo de un cerebro sano. Dedicar tiempo a adquirir nuevas habilidades estimula la neuroplasticidad del cerebro: la capacidad de crecer, cambiar, hacer nuevas conexiones y funcionar de una manera nueva.

Por eso, Biron y todas las demás personas que como él siguen buscando nuevas formas de aprender, ya sea para tener alguna actividad que realizar después del retiro laboral o incluso como una forma de conseguir dinero extra, pueden estar tranquilos, pues hacen parte de esta nueva tendencia mundial que parece consolidarse cada día.

 

Advertencia de la OMS

En contraste, nuevos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que el aumento de los niveles de inactividad física entre la población mundial está teniendo implicaciones directas para la salud pública, ya que contribuyen al aumento de la obesidad y de las enfermedades no transmisibles (ENT), que son afecciones crónicas como las cardiopatías, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes.

Mientras que los niveles mundiales de inactividad entre los adultos seguían estimándose en un 28 %, la OMS había calculado que el costo de la inactividad física superaba los 300.000 millones de dólares, basándose en las estimaciones de que para 2030 se espera que casi 500 millones más de personas desarrollen afecciones de salud que pueden prevenirse con una actividad física regular.

Los niveles de inactividad física en adolescentes superan el 80 % y aún no se conoce el impacto total de la pandemia de covid-19 en los niveles de actividad física entre los niños. Si no se adoptan medidas urgentes para invertir esta tendencia, existe un riesgo muy real de que los niños y los jóvenes, a medida que crezcan, se conviertan en una importante carga sanitaria y económica para la sociedad.