Celebre amor y amistad con tequila | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Septiembre de 2015

Estamos en un mes de celebración, por lo que unas copas de tequila no nos caerían nada mal, pero antes de festejar es importante que conozca la diferencia que existe entre el tequila y el mezcal, pues de esta forma se podría evitar pasarse de tragos y posteriormente sentir guayabo.

 

El mezcal se hace de forma artesanal, con hornos subterráneos e incluso con la utilización de animales en el proceso; siempre es 100 % Agave y tiene un sabor fuerte aromático. En ocasiones lleva gusano y su lugar de origen puede ser de 7 estados diferentes (Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Durango, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, siendo  Oaxaca al sur de México el más conocido).

 

El tequila es un poco más neutro, tiene un proceso artesanal pero con materiales un poco más industriales y hay de Agave Azul 100 % y otros que aceptan hasta un 49 % de otros azúcares. Este destilado puede ser originario de 147 municipios ubicados en 5 estados (Jalisco, Michoacán, Nayarit, Guanajuato y Tamaulipas).

 

Un ejemplo de un tequila que utiliza un proceso artesanal de cocción en hornos de barro es Tequila Milagro con Agave Azul 100 % y elaborado en Tepatitlán, Altos de Jalisco en México. Es único en su categoría con triple destilación que lo hace balanceado con un alcohol más integrado que se evidencia en su suavidad y sabor.

 

El tequila se puede tomar de un solo trago acompañado de sal y limón pero no es lo más recomendable. En México es tradicional tomarlo en pequeños tragos y con sangrita: bebida sin alcohol a base de jugo de naranja, limón, granadina y chile. El mezcal, por su parte, jamás se toma de una sola vez y suele beberse con rodajas de naranja y sal “chilada” (mezcla de sal, gusano de maguey y chile).