Consiga un sueño “reparador” | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Noviembre de 2015

En Colombia hay una tendencia significativa de personas que no pueden dormir bien y de otras que incluso no consideran importante el buen sueño para la reparación diaria del organismo, los tejidos, el sistema inmune, el cerebro y la memoria. Según el doctor Santiago Rojas, la mayoría de personas con estos problemas recurren a fármacos para poder dormir, muchas veces sometiéndose a otro tipo de efectos secundarios- sin saber que es mucho más efectivo tan sólo mejorar las rutinas del sueño y del descanso.

En el día

Es vital desayunar durante la primera hora en la que se despierta porque si la persona aplaza más el tiempo o no desayuna, corre el ciclo de alimentación y en la noche tendrá más  hambre alterando el sueño.

Durante el día se va gastando la energía y una alternativa para recuperarla es tomar una siesta que no exceda los 40 minutos para no entrar a la etapa de sueño profundo.

Mantener una alimentación balanceada y procurar hacer ejercicio tres veces a la semana con el fin que el cuerpo cumpla su ciclo de gastar suficiente energía y quiera recuperarla con un sueño profundo y natural.

Antes de ir a dormir

Es importante cenar algo ligero dos horas antes de acostarse, incluso tomar agua sólo hasta una hora antes de ir a dormir.

Preparar la habitación para dormir desconectando todo tipo de aparatos tecnológicos que reciban y emitan ondas, además de los que tengan luz LED.

La cama se debe reservar exclusivamente para dormir y para hacer el amor porque el cerebro ha asimilado, gracias a los malos hábitos, que la cama también es para ver TV, leer y trabajar. 

Durante el sueño

La posición fetal es la que más recupera al cuerpo porque es la forma innata que proporciona un descanso natural. 85% de las personas sufren de dolor de espalda al dormir porque no se toman en serio el ritual del sueño sino que se duermen como quedan después de ver televisión.

Los olores cumplen una actividad en el cerebro que les genera confianza o desconfianza. La respuesta de asco genera evasión, rechazo, la atención como supervivencia.