Casi 47 años después de su muerte, la soprano griega Maria Callas se convierte en protagonista de la cinta estrenada en competición en la 81ª Mostra de Venecia: la película biográfica del chileno Pablo Larraín en la que Angelina Jolie interpreta a la diva.
Titulada "Maria", narra los últimos días de la "prima donna assoluta", que habría celebrado sus cien años el pasado mes de diciembre.
La actriz estadounidense espera "no defraudar" a los fans de la famosa cantante Maria Callas con su interpretación en el filme presentado en competición este jueves.
Jolie (de 49 años) interpreta a Callas en su última semana de vida, en París, y se atreve incluso a ponerle su voz tras casi siete meses de entrenar las cuerdas vocales. Todo al servicio de un personaje de vida atormentada, con el que, confesó en rueda de prensa, comparte una cierta "vulnerabilidad".
"Para mí el referente eran los fans de Maria Callas, los que aman la ópera, no defraudarlos", explicó ante los periodistas antes del estreno.
Larraín ya dirigió películas sobre otras grandes figuras femeninas, como "Jackie", sobre la esposa del fallecido presidente John F. Kennedy, o "Spencer", sobre Lady Di.
Apasionado de la ópera, la idea empezó a gestarse al constatar que "casi no hay películas sobre las estrellas" del género lírico, aseguró el director chileno, que ganó el premio al mejor guión en la Mostra del año pasado con "El conde".
El cineasta mezcla la voz de la protagonista con las grabaciones originales de "La Diva" a lo largo de la película, rodada en escenarios legendarios como la Scala de Milán.
Jolie confesó que en su juventud era más bien una aficionada a la música "punk", pero para el papel de Maria Callas no vaciló en plegarse a los deseos del director.
"Pablo es alguien que no hace las cosas a medias. Cuando alcanzas cierto nivel de desesperación, de pena, de amor, en cierto momento solo algunos tipos de sonidos pueden encarnar esos sentimientos", señaló la artista.
Preguntada sobre su proximidad con Callas, que murió a los 53 años en París, tras retirarse de los escenarios y vivir una sufrida historia de amor con el multimillonario Aristóteles Onassis, Jolie confesó que le unía un sentimiento de "vulnerabilidad".
A continuación, momentos clave en la vida de la artista.
Nace una estrella
El 2 de agosto de 1947 cae el telón tras el último acto de "La Gioconda" de Ponchielli, dirigida por el maestro Tullio Serafin en la Arena de Verona. La ovación que estalla en el público certifica el nacimiento de una estrella.
La joven artista se formó en Grecia y se dedicaba a la música cuando conoció en 1947 a Giovanni Battista Meneghini, un empresario apasionado de la ópera, 28 años mayor que ella, quien se convertiría en su representante y su marido dos años después.
En 1954, después de perder 30 kilos, la soprano se convierte en una diva absoluta, actuando en las más grandes óperas sin escatimar esfuerzos con su voz.
"Desde que obligó a la ópera a recordar que también era una manifestación teatral, ya no fueron aceptables los desfiles de cantantes rollizos que simplemente interpretaban sus arias en el frente del escenario", escribió la AFP en el momento de su muerte.
El escándalo de Roma
El 2 de enero de 1958, Maria Callas abre la temporada en la ópera de Roma, con el presidente de Italia entre el público. Al final del primer acto de "Norma", asegura que se ha quedado sin voz y se niega a continuar. La dirección denuncia un capricho de la diva y el público recibe con algunos silbidos algunas de sus arias.
Unos momentos después, se explica "con elocuencia" ante la prensa: "Al final del primer acto, me quedé afónica. Como pueden constatar, ya no puedo hablar".
Apenas dos semanas después, en un sombrío salón de París, la diva confesó a un periodista de la AFP sentirse "agotada. Sufrí mucho la noche de Roma".
Onassis, su gran amor
En 1959 conoce al armador griego Aristóteles Onassis y se separa de Meneghini. Empiezan nueve años de amor apasionado.
"A altas horas de la noche se le podía ver, con la Callas, en una taberna ateniense donde, tras quitarse la chaqueta y desatarse la corbata, agasajaba a la orquesta con oro y rompía, según la tradición griega, montones de platos", relató a la AFP.
Pero el idilio termina en 1968, cuando el industrial naviero se casa con Jackie Kennedy, viuda del expresidente estadounidense John F. Kennedy.
Adiós a la ópera
Tres años antes, la diva se había despedido de la ópera. El 20 de febrero de ese año triunfa en París con "Tosca". El periodista de la AFP evoca el fervor del público hacia una cantante "más sensible que nunca". "Desde que apareció en el primer acto, con un vestido rosa y cubierta por un inmenso pañuelo de tango, con los brazos cargados de flores, los aplausos fueron tan fuertes que ahogaron la música y las primeras frases resultaron inaudibles", afirma el cronista.
Pero el 29 de mayo, la diva sufre un colapso al final del tercer acto de una representación. El 5 de julio, "a pesar de los consejos de su médico", sube al escenario una última vez en Londres ante la reina Isabel II.
El regreso
En 1973 inicia una última gira internacional de recitales. En París, "los ramos de flores llueven sobre el escenario, acompañados de ovaciones y de gritos de 'Viva Maria'", pero las críticas son "menos entusiastas". "Si la técnica y la musicalidad de la voz no están en cuestión, los agudos son juzgados particularmente pesados", relata la AFP.
Último suspiro
El 16 de septiembre de 1977, Maria Callas muere en su domicilio parisino por una crisis cardíaca, a los 53 años.
"Vengo de verla en su cama. Era la imagen misma de La Traviata tal y como la interpretó en 1956 en la Scala de Milán. Su rostro no tenía ni una arruga. Parece reposar", afirmó su exdirector artístico, Michel Glotz.