Tristeza, ansiedad, alegría, euforia, dolor y muchas emociones más son las que viven los personajes de la amorosa pieza de traición: La serotonina, que regresa en una corta temporada al Teatro R101 hasta el 5 de septiembre. Dirigida por el productor y director Daniel Calderón, quien durante trece años de labores artísticas con el sello Deca recorre una variedad de géneros teatrales para instalarse en un lenguaje e historia naturalista de palabras ocultas y verdades inhibidas.

Inspirada en el texto homónimo de Daniel Tigreros, La serotonina es una creación colectiva que a través del humor negro, de la complicidad, del tempo ritmo del cine y del teatro intimista logra transportar al espectador a una película de situaciones en donde el doble filo es el as bajo la manga.

La obra cuenta la historia de tres amigos del colegio que se reencuentran para el cumpleaños de Mariana (Juliette Pardau y Yuri Vargas), la única mujer del grupo. Ella, una joven solitaria y sin familia, hace por Facebook una lista de invitados enorme y nadie llega aparte de Gabo (Ómar Vásquez) y Dante (Daniel Castaño y Christian Caína), los de siempre. En el transcurso de la fiesta aparece un nuevo invitado (Gabriel Camero y Emmanuel Restrepo) que desatará el conflicto. Él será el detonante de las pasiones, de la ira y del caos.

Un montaje que apuesta a una dramaturgia refrescante donde la homosexualidad es vista desde el ámbito más natural y humano. El género sexual se convierte en el reflejo de cualquier relación de pareja. Una historia que nos habla del ciclo de vida de cualquier persona; tan real, tan efímera, desafiante, amorosa e infiel que nos permitirá sentirnos identificados con cualquiera de los personajes, con sus pensamientos, a veces dañinos y sinceros.  Esta producción cuenta con la dirección de arte de María Angélica Ortiz y Eduardo Hernández, la asistencia en dirección de Sebastián Moya y el asocio en producción de Juan André Montenegro y la Compañía Teatro Deca.