Una de las obras cumbre del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba, será llevada al emblemático escenario bogotano del Teatro Colón, bajo la dirección del maestro de las artes escénicas y la televisión colombiana, Jorge Alí Triana.
Del 12 al 24 de este mes estará en temporada esta puesta en escena de la mano de Triana, quien fue amigo cercano del escritor colombiano, como parte de la conmemoración de los 129 años del Colón.
La historia retrata los últimos días de un coronel obsesionado con la llegada de su pensión, la cual lleva 15 años en un proceso burocrático sin solución. Reducido a la miseria, su único contacto con el mundo exterior será la visita, cada viernes sin falta, a la oficina de correos con la esperanza de encontrar una carta para él.
Una de las piezas más esperadas por Jorge Alí, quien en diálogo con EL NUEVO SIGLO anunció la emoción de presentar esta adaptación, los detalles de su elenco y el significado de la llegada de esta obra al Teatro Colón
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué decide llevar a las tablas ‘El coronel no tiene quien le escriba’?
JORGE ALÍ TRIANA: Vengo hace varios años trabajando en lo que llamaría la traducción de lenguajes, de pasar las grandes obras de la literatura latinoamericana y colombiana al teatro. Por ejemplo, hace varios años hice una adaptación de La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, también de Crónica de una muerte anunciada en teatro y he hecho dos películas con dos guiones originales de García Márquez: Tiempo de morir y Edipo Alcalde.
Pero no solamente de García Márquez, también llevé a escena la obra de Vargas Llosa La fiesta del chivo y la del Pantaleón y las visitadoras, de Jorge Amado Doña flor y sus dos maridos y de Alonso Sánchez Baute Al diablo la maldita primavera.
Creo que una de las grandes debilidades del teatro colombiano en particular, con magnificas excepciones como todo en la vida, es la dramaturgia, entonces como no soy dramaturgo, ni escritor, encuentro en las historias elaboradas por los grandes literatos de nuestro continente un material maravilloso para condensarlo también en el teatro. Esa es la razón por la cual hago El coronel no tiene quien le escriba.
Además, el mismo Gabo lo dijo cuando le preguntaron ¿cuál era el libro que consideraba su obra maestra? Y él respondió El coronel no tiene quien le escriba, una obra que la escribió a los 30 años cuando vivió en París, como enviado del periódico El Espectador como corresponsal, en tiempos del gobierno de Rojas Pinilla. Una época en la que censuraron los periódicos y él se quedó varado allí, entonces se encerró en una guardilla a escribir esta novela.
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El coronel no tiene quien le escriba es premonitoria después de su futura obra porque ahí aparece el universo de Macondo y el General Aureliano Buendía, en fin, es su primera obra y la estaba escribiendo mientras hacía La hojarasca en ese entonces, pero la suspendió porque en La hojarasca estaba el personaje del Coronel y sintió que el Coronel merecía su propia historia.
ENS: ¿Qué ha sido lo más difícil de hacer esta adaptación?
JAT: No se debe coger una novela para hacer una ilustración de ella, la novela está escrita y es maravillosa, no necesita que le agreguen ni que le quiten nada. Pero el reto más grande fue poderla convertir en teatro, en otro lenguaje, siendo muy fieles al espíritu original y a la historia de la novela.
ENS: ¿Cómo fue la búsqueda del elenco?
JAT: Llevo 50 años trabajando en este oficio y con actores con los que he tenido un gran recorrido, que han sido cómplices porque este es un trabajo colectivo, entonces escogí a los actores más indicados para cada personaje como Germán Jaramillo, Laura García, Santiago Moure, John Alex Toro y Miguel Hurtado, que son personas con las que he trabajado, no solamente en el teatro, sino también en la televisión, nos conocemos mucho y son actores de toda la vida del teatro, porque para hacer teatro se necesita tener una gran pasión y un gran amor por el oficio.
ENS: ¿Cuál es esa conexión que ha tenido con Gabriel García Márquez?
JAT: Creo que es el mago mayor de la literatura colombiana y universal. Gabo es un escritor que trascendió las fronteras, que está traducido a todos los idiomas del mundo, que es Premio Nobel y que tiene una obra muy significativa y universal.
Por su puesto, para mí es el hombre que pudo poetizar, metaforizar nuestra historia y realidad, supo cómo contar la historia de Colombia a través de la infinidad de los personajes con una complejidad psicológica. Un hombre que refleja los grandes conflictos y vicisitudes que ha atravesado este país en su historia. El artista que como una esponja refleja todas las derrotas, anhelos, esperanzas, padecimientos, sufrimientos e historias de este país. El gran autor, como muchos otros por su puesto, pero Gabo ocupa un lugar muy especial en la literatura universal y en la colombiana mucho más.
ENS: ¿Qué representa en este momento de su vida presentar en el Teatro Colón esta puesta en escena?
JAT: Significan muchas cosas. La primera vez que hice teatro de niño fue en este escenario del Teatro Colón, donde hice una obra que se llamaba Caperucita en el bosque, en la que representaba al Lobo Feróz; después, de joven ,para los festivales de teatro de Bogotá, estrené el primer montaje que hice en mi vida, que fue una adaptación de la obra de Jean Cocteau Los hijos terribles; luego hice El cartero del rey, estrené aquí la ópera Tres centavos que me encontré en los camerinos del teatro todo un montaje hecho en el año 1976, hice también Ricardo III de Shakespeare en este escenario. Entonces es muy emocionante volver a este escenario, pero para nosotros el Teatro Mayor es el templo mayor, es como venir al vaticano del teatro. Este teatro que tantos recuerdos tiene uno incrustados en el alma como teatrero y como espectador, tantas cosas hermosas uno ha visto. Es muy emocionante estar trabajando en este escenario y en una fecha tan significativa como los 129 años de su fundación.