Evaluación del sector educación entre 2018 y 2022 | El Nuevo Siglo
Foto cortesia
Domingo, 26 de Junio de 2022
Mario F. Hurtado

Se presentó el Informe sectorial del balance de cierre de gestión del Departamento Nacional de Planeación dentro del marco del plan nacional de desarrollo del actual gobierno denominado “Pacto por Colombia”, pacto por la equidad. El informe indica que al sector educación le correspondieron 26 indicadores de pactos estructurales.

El balance realizado por el mismo gobierno indica que, de los 26 indicadores, solo cuatro alcanzaron el cumplimiento total que están relacionados con el tema del cubrimiento del plan de alimentación escolar y el desarrollo de escuelas rurales. Once indicadores registran avances superiores al 75% la mayoría de ellos cercanos a programas de formación inicial y de primera infancia, así como la deserción en educación primaria.

El informe destaca los avances en educación inicial y primera infancia, una de las políticas en las que se centró el ministerio y también con el tema de formación docente y formación de directivos docentes. Sin embargo, en 11 indicadores el semáforo está en rojo con incumplimientos del cero por ciento hasta menos del 50%.

Lo que más preocupa son los temas de calidad, tanto en la educación básica como en la educación superior. De igual forma, preocupa la deserción universitaria y la poca conexión con el sector en estos cuatro años a pesar de las inversiones que el mismo informe señala. La plata se gastó, pero de resultados poco.

Los tres indicadores de educación de calidad para el futuro no alcanzaron el 50% y se presentan retrocesos. Dos de ellos son los resultados de las Pruebas Saber y la inclusión de población con discapacidades. Eso demuestra que la administración se rajó en pruebas, hubo un retroceso en los resultados de las pruebas Saber 11 y de las Pruebas Saber Pro.  Además, no se avanzó en las pruebas Saber 3, 5 y 7 que permitía evaluar el proceso de formación de los estudiantes. Decisiones que no se comprenden y que demuestran la poca empatía de la administración con la evaluación y el seguimiento como camino para identificar las acciones de mejora.

Sin duda, una excusa que saldrá a flote fueron los dos años de pandemia y educación remota, sin embargo, queda en evidencia que no se tomaron acciones correctivas para resolver la emergencia, como por ejemplo la dotación de manuales escolares a los estudiantes, de recursos didácticos y de herramientas de trabajo para el profesor. De igual forma, el desinterés por las pruebas y las acciones para mejorar los resultados de los estudiantes en las áreas básicas.

Indicadores presentados por el informe y que son evidencia de los bajos resultados es que solo el 45% de los estudiantes de colegios oficiales se encuentra en jornada única, y un 26% de los estudiantes de colegios oficiales se encuentran categoría A+ y A de las pruebas Saber, es decir un porcentaje muy bajo, que evidencia que estudiar en un colegio público no resuelve el cierre de brechas ni mejora la formación de los estudiantes en el 74% de los casos.

Hay que tener en cuenta que este es el informe del gobierno. Cuando se realice el empalme con la nueva administración saldrán a flote aspectos más complejos como que el sector va a estar desfinanciado, cuando se comprometieron recursos por cuatro años para la matrícula cero, ella sin ninguna contraprestación sobre temas de permanencia, calidad y evaluación.  El nuevo gobierno deberá resolver el problema presupuestal para cumplir con las promesas de campaña.

Por otra parte, se hará evidente el poco interés de diálogo de la administración con gremios como Fecode, las universidades públicas y otros sectores que fueron marginalizados o excluidos si una búsqueda de trabajo colectivo o de consensos. Una administración que aplicó la política de tierra arrasada, de delegar todo en las administraciones locales, que cerró puentes y que paralizó durante largas temporadas el sistema educativo ante la negativa de diálogo, no puede terminar con buenos resultados.

Hoy varias universidades públicas perdieron un semestre académico o se encuentran en un caos de cronograma porque terminan semestre 2022-1 en agosto, septiembre e incluso noviembre, resultado de varios meses de paro sin acciones que facilitaran el retorno. Los logros en educación inicial contrastan con los retrocesos en superior.



Los avances en alimentación escolar, a pesar de las quejas de muchas instituciones que hablan de demoras en el servicio contrastan con el retroceso en calidad, y el aumento de las brecas de conocimiento entre la población pobre y la de mayores ingresos socioeconómicos.

El problema de retroceder en la educación es que recuperar lo perdido y retomar una senda de mejora tomará más tiempo. Estos cuatro años de la administración saliente serán para olvidar y se espera que la nueva administración pueda transformar los procesos e indagar las razones porque la que el sector desmejoró y donde quedaron los recursos invertidos, si hubo una política organizada o se falló en la implementación y seguimiento de los proyectos vitales y de lo incluido en el mismo plan de desarrollo definido por el gobierno.

Empiezan cuatro años que se espera sean de avance y de respuesta a las verdaderas necesidades de calidad y cierre de brechas en la educación.

*Especialista en educación