Felipe Contreras, un colombiano con sonido global | El Nuevo Siglo
FELIPE CONTRERAS, el joven compositor y productor musical colombiano que se posiciona en la industria musical global. /Foto cortesía personal
Sábado, 2 de Diciembre de 2023
Redacción Cultura

UNA CARRERA meteórica, con varios éxitos y de gran proyección es la Felipe Contreras, el compositor y productor musical colombiano que ya se ha hecho un nombre en este competido mercado nacional e internacional.

Este bogotano sintió desde muy joven pasión por la música, especialmente por la mezcla de sonidos. Así, una vez graduado como administrador de empresas en el CESA optó por dar un giro de 180 grados a su formación para descubrir si tenía talento y chance en esa industria.

 

Hizo cursos libres en la Emma, en Bogotá, se volvió un súper activo internauta para ‘datarse’ sobre cómo se producía la música, cómo fusionar sonidos y la cada vez más desarrollada tecnología para hacerlo. Con esos conocimientos básicos pero convencido de que ahí estaba su futuro, se fue a Estados Unidos a estudiar producción musical en Full Sal Universito.

Tenía el talento, la pasión por la música y la cada vez más creciente ambición de crear. Todo ello, lo llevó a sumergirse en las mezclas de sonidos, todo un mundo por explorar y explotar. En muy poco tiempo y utilizando Dolby Atamos, una tecnología donde las mezclas son más espaciales, gestó melodías que sin perder la armonía e impacto se perciben de manera diferente.

Con apenas 25 años y recién graduado se trasladó a Los Ángeles donde consiguió trabajado como asistente de Andrés Torres y Mauricio Rengifo, también jóvenes colombianos que saltaron al estrellato con el exitoso tema ‘Despacito’ de Luis Fonsi y se consolidaron en la industria al alzarse con el Grammy Latino en la categoría de mejor grabación del año (2017).

Esa luz puesta sobre los estudios de grabación, detrás de los micrófonos de los cantantes, fue un impulso para Contreras quién tuvo la fortuna que estos exitosos compatriotas se convirtieran en sus ‘mentores’.

Con constancia, ya que como él reseña ha sido una “labor de ensayo y error”, ese mismo año comenzó a realizar sus primeras producciones musicales para artistas en Los Ángeles (Estados Unidos) y varios más en Colombia, Argentina y México.

Y en honor al exitoso tema de Fonsi, el crecimiento profesional de Contreras fue “despacito” pero exitoso. Tanto, que con el pasar de los meses ya no sólo producía la música, sino que descubrió su vena de compositor.

“El crecimiento fue exponencial, tanto en la producción de música como en la escritura de canciones. Llegar al punto en el que mis producciones y letras me emocionan ha sido un estándar para entender el proceso y saber que estoy en el camino correcto. Sigo aprendiendo y siempre me gusta ser curioso sobre cómo lograr algún sonido o inventarme algo nuevo”, dijo Contreras a EL NUEVO SIGLO.

A sus 31 años es una fulgurante estrella en la industria, en la que ha demostrado también que es polifacético. No sólo porque compone, produce y canta, sino porque ha incursionado en varios géneros e inclusive tan opuestos como impensables. 

De esta forma y aunque se inclina por producir y escribir canciones pop latinas, ha incursionado en vallenato, reguetón, rap y música católica.

Felipe Contreras tiene en su palmarés las exitosas colaboraciones con artistas como Maca y Güero, Fruto del Madero, Corina Smith y Pablo Martínez, tanto en la producción como en la composición de algunos temas.

En cuando a mix y máster, su trabajado con la tecnología Dolby Atamos está en los temas “Buenos Aires” y “Pasa la página” de Luis Fonsi, así como en todo el álbum “Ángel” de Cali y el Dandee (con excepción de la canción Soltera)

Destaca con orgullo su importante participación en dos temas muy cantados a nivel global: “No es solo un Juego”, que se convirtió en un ‘himno’ en la Copa de Oro de este año y, meses antes, “Vamos por todo el mundo”, la canción más significativa y coreada desde el corazón por miles de asistentes a la Jornada Mundial de la Juventud.

En la primera de ellas, interpretada por Akon (Aliaune Thiam), Lasso, Ariel Favela, Chiquis y Oriana, escribió el tema junto a Andrés Torres, Mauricio Rengifo y Akon. En la segunda, creada junto a Pablo Martínez, Tomás Romero, Aldana Canale y el Padre Jota, también canta.

A ello se suma su aporte con María Paula Aldana, Nicolás Vargas Vélez y Tomás Romero en “Siento”, tema interpretado por Fruto del Madero y en la cual fue único productor musical, mientras que en la canción “De Revista” de Maca y Gero hizo lo propio con María Camila Clavijo y Gerónimo Blain.

Contreras, posicionado en la industria musical como FC, narra que al igual que como cuando comenzó a producir (2017) practica todos los días y aprende mucho de sus errores.

En cuanto a las letras señala: “siento que dejarme llevar y tener un filtro de calidad es algo que ayuda mucho a mejorar cada día” y sobre su musa de inspiración agrega que “me dejo llevar por cualquier cosa que tenga en mente en ese momento, ya sea el sentimiento que intento transmitir en la canción o el concepto de la misma. Todo depende. Un día escribo una canción de desamor, y al siguiente estoy componiendo una sobre fútbol, o incluso una dedicada a la juventud y su fe”.

Insiste este joven talento colombiano, “que la historia que esté creando tiene que conectar, tener un sentido y algo diferente para que la gente se involucre. A veces, enfocarse en lo simple puede ser la mejor respuesta, aunque lo simple puede ser lo más difícil”.

Fue en ese marco y desde lo “más profundo” de su corazón que, sin pensarlo, casi que naturalmente hizo la música y letra de “Vamos por todo el mundo”, el exitoso tema de la pasada Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Recuerda que “todo comenzó cuando recibí una llamada de Tomás Romero, un integrante de Fruto del Madero, uno de los grupos con los que trabajo mucho. Me comentó sobre el proyecto liderado por Pablo Martínez, donde se quería hacer una canción para la JMJ. Al reunirme, me mandaron guitarra y voz de la visión de la canción y me dijeron que querían que se sintiera como la "Canción del Mundial" y necesitaban un rap. Ese mismo día produje el tema, lo canté y le escribí un "rap", complementando algunas partes. Al día siguiente la mandé y a todos los que la escucharon les gustó…Comenzamos entre todos a pulir la letra para que quedara perfecta. Hubo muchos cambios en detalles, e incluso terminé siendo uno de los que canta en la canción. Al final, con el liderazgo de Pablo Martínez y la ayuda de Aldana Canale, el Padre Jota, Tomás Romero y yo sacamos esta idea adelante”.

Contreras ‘confiesa’ que su motivación ha sido y siempre será “que puedes inspirar a alguien de muchas formas con la música y en este caso particular, la invitación a ‘samaritanear’ por todo el mundo. Al final, ver un escenario lleno de gente cantando y bailando una canción que invita a samaritanear la palabra de Dios se siente satisfactorio”.

Al ser indagado sobre el futuro de la música católica y los retos que puede enfrentar, este talento bogotano expresó: “con Fruto del Madero comenzamos a hacer un proyecto diferente en la música católica. Este género está lleno de corazón al cantarse y aunque existe hoy calidad en cuanto a la producción musical no lo tienen todas las canciones. También existen distintos grupos que han propuesto algo diferente como, por ejemplo, Hakuna Music Group, con un sonido propio y que está generando comunidad”.

Es por ello, enfatizó, que con Fruto del Madero comenzaron a apostar por algo diferente, un sonido más moderno y que resuene en todos los públicos, en todas las comunidades que buscan a Dios.

“La idea no es encajarse en un género como tal, sino explorar distintos géneros con Fruto del Madero, un grupo que no solo son tres personas, sino que tiene la visión de que algún día exista Fruto del Madero en otros países y que ayuden al movimiento…Hasta el día de hoy hemos explorado con el pop en cuanto al género “Worship” con “Siento” y “Artesano del Amor”. También hicimos una balada moderna con “melodías”, un vallenato reguetón con “Vale la pena esperar”, e incluso “Vamos por todo el mundo”, aunque se encasilla como música católica, es una canción épica, como para un mundial”.

Férreo en sus convicciones profesionales y religiosas, este joven bogotano pisa fuerte en la industria musical con sus sonidos y letras globales.