EN EL marco de la temporada de conexiones, la Orquesta Filarmónica de Medellín presenta “Música y salud”, una serie de conciertos para celebrar y honrar la labor de los profesionales que se dedican al cuidado de la salud. La programación busca destacar la valiosa contribución de los trabajadores de la salud en Antioquia y el profundo impacto que tienen en la vida de los habitantes de la región, así como visibilizar las acciones que desde 2017 la Orquesta realiza, en aras de contribuir al bienestar y la promoción de la salud mental de los ciudadanos con la música sinfónica como vehículo.

La serie de conciertos “Música y salud” busca acoger a la comunidad de profesionales de la salud, enviándoles un mensaje de gratitud y cuidado a través de la música.

La programación de “Música y salud” es el resultado de siete años de colaboración con el sector salud, destacando el programa “Soy Músico” para personas con discapacidad, el modelo de accesibilidad cultural con VSA del Kennedy Center, y el proyecto “Música para sentir” junto a Sura para guiar emociones. También se incluye “Música para la mente”, desarrollado con el Grupo de Neurociencias de Antioquia, dirigido a personas con demencia y sus cuidadores. Además, se están creando programas para la salud mental de jóvenes con depresión en Antioquia y el proyecto “Serenidad sonora” para mejorar el bienestar en empresas mediante el uso saludable de la música.

En los conciertos de “Música y salud”, se vivirá momentos de conexión inspiradores, a través de una charla con Andrés Aguirre, reconocido como “Colombiano Ejemplar” en la Categoría Salud Persona 2021, quien explorará la fascinante analogía entre una orquesta sinfónica y el sector de salud.

Programación

La programación presenta dos conciertos que unen el poder de la música latinoamericana y europea: el primero, el sábado 10 de agosto a las 6:00 p. m., en el Teatro Pablo Tobón Uribe, dirigido por David Greilsammer con la soprano Julieth Lozano; y el segundo, el sábado 24 de agosto a las 6:00 p. m., en el Teatro Metropolitano, dirigido por Manuel López-Gómez con el violinista colombiano William Chiquito.

“Con Música y salud, celebramos a quienes dedican sus vidas a cuidar de la nuestra, recordándonos que, al igual que la música, su labor es esencial y llena de bienestar nuestra existencia”, dijo María Catalina Prieto, directora ejecutiva de Filarmed.

Partituras que sanan vidas 

Para la Orquesta Filarmónica de Medellín la música es el medio ideal para detonar conversaciones de distinta índole social, y el bienestar y la salud, son sus líneas de proyección más importantes desde 2017.

Desde hace siete años, la Orquesta ha mejorado la salud a través de la música, comenzando con el programa “Soy Músico” que actualmente beneficia a 110 personas con discapacidad cognitiva y neurodivergentes. Durante la pandemia, en colaboración con Sura, se lanzó el programa “Música para sentir” para apoyar a profesionales de la salud, pacientes y la población en general, utilizando la música y la imaginación guiada para promover la regulación emocional.

La Orquesta ha desarrollado, con el Grupo de Neurociencias de Antioquia, un programa pionero para apoyar a personas con demencia y sus cuidadores, fortaleciendo sus lazos afectivos. Debido a los resultados positivos, buscamos ampliar el alcance de este programa.

Entendiendo el impacto de la pandemia, la Orquesta ha enfocado sus esfuerzos en mejorar la salud mental, especialmente ante el aumento de diagnósticos de depresión, ansiedad y suicidios en Antioquia. Basándonos en la literatura de musicoterapia, y música y medicina, estamos finalizando la fase piloto de un programa para promover el uso saludable de la música en pacientes jóvenes del programa Tejiendo Vínculos de CENPI, una de las IPS más grandes de la ciudad.

El aprendizaje obtenido nos ha permitido crear otros programas como “Serenidad sonora”, que responde a la necesidad de las empresas de apoyar los procesos de bienestar de sus empleados a través de herramientas de afrontamiento para el estrés, en este caso a través de un uso saludable de la música. La música hace parte de la vida cotidiana y como lo muestran investigaciones recientes, puede ser un motor importante para la regulación emocional dependiendo de cómo la usamos. “Serenidad sonora”, busca educar en ese potencial de la música como una herramienta para afrontar los retos de la vida.