Francia se une “Al encuentro del principito” en exposición | El Nuevo Siglo
El ejemplar original de la Morgan Library & Museum tiene más de 30 mil palabras, aunque el texto final apenas conservó la mitad. La obra ha sido traducida a más de 300 idiomas.
Foto AFP
Sábado, 18 de Diciembre de 2021
Redacción Cultura con AFP

El manuscrito de “El principito”, de Antoine de Saint-Exupéry, nunca antes expuesto en Francia, llegará a París como parte de una muestra de febrero a junio de 2022, anunció este miércoles el Museo de Artes Decorativas (MAD).

La exposición tendrá “más de 600 piezas”, incluyendo “acuarelas, bocetos y dibujos, la mayoría inéditos, pero también fotografías, poemas, extractos de periódicos y correspondencias”, precisó el museo en un comunicado.

La Morgan Library & Museum prestará el manuscrito al MAD, que acoge la exposición “Al encuentro del principito” del 17 de febrero al 26 de junio en el palacio del Louvre.

“El principito”, que cuenta las aventuras en varios planetas de un niño en apariencia ingenuo pero filósofo, es uno de los mayores éxitos de la literatura mundial.

Una historia neoyorquina

El aviador y escritor realizó este relato en Nueva York y Long Island, donde estaba exiliado, entre junio y noviembre de 1942.

Desde entonces, el manuscrito no salió de Estados Unidos: el autor se lo había dejado a una amiga, Silvia Hamilton, antes de acudir al norte de África durante la guerra, en la primavera de 1943. “Me gustaría darte algo espléndido, pero es todo lo que tengo”, le confesó en esa época. La amiga lo vendió a la Morgan Library & Museum en 1968.

“Saint-Exupéry vivió aquí y escribió este libro durante la Segunda Guerra Mundial”, explicó Christine Nelson, comisaria de la muestra, en la presentación de una exposición en honor a “El principito” en Nueva York en el 2014.

El aventurero francés desapareció a bordo de su bimotor el 31 de julio de 1944, durante una misión de reconocimiento aéreo cerca de Córcega (sur de Francia, Mar Mediterráneo), poco antes de la liberación de su país. Tenía 44 años.

Antes de eso, el escritor pasó varios años en Nueva York, desde 1940. “El principito” fue escrito en cinco meses.

La primera edición en inglés fue publicada en la Gran Manzana. “Incluso la primera edición en francés fue publicada aquí”, ambas en abril de 1943, contó Nelson. En Francia, el libro recién fue editado en 1946.



Traducido a más de 300 lenguas

“El principito”, que ha vendido más de 145 millones de ejemplares en el mundo, ha sido traducido a más de 300 idiomas.

En las páginas expuestas destaca una pequeña caligrafía casi ilegible, dibujos integrados al texto del propio Saint-Exupery y acuarelas preliminares que no figuran en la versión final.

“Era implacable consigo mismo. Escribía y corregía, y volvía a corregir. Dejó de lado muchísimas cosas”, indicó Nelson, precisando que pasajes enteros de texto que consideró no esenciales desaparecieron.

El manuscrito de la Morgan tiene más de 30 mil palabras, aunque el texto final apenas conservó la mitad.

Antes de llegar a la célebre frase “Lo esencial es invisible a los ojos”, Saint-Exupéry probó 15 fórmulas diferentes.

El texto final simple y depurado es lo contrario de sus métodos de trabajo. “Fue conocido por trabajar en el caos, con pilas de manuscritos a su alrededor, café y siempre un cigarrillo en la boca”, lo retrató Nelson. 

“Trabajaba en todas partes: en el estudio de su amigo Bernard Lamotte, en su apartamento de Central Park South, en la casa que alquilaba en Long Island, o en lo de Silvia Hamilton", agregó.

Pionero de la aviación civil, Saint-Exupéry vivió en América Latina entre fines de los años 1920 y principios de la década de 1930. Su novela “Vuelo nocturno” (1931) cuenta su paso por Argentina y el desarrollo de la aviación en la Patagonia.

Del libro a los escenarios y el cine

Esta icónica obra ha significado para el mundo de la cultura una inspiración de primera, pues no solo esta historia ha cautivado a lectores, sino que además ha llegado a grandes escenarios con óperas y obras de arte, a la pantalla grande y a la televisión.

Una de las más recientes adaptaciones es la ópera que se presentó desde el 16 hasta hoy en el Teatro Colón de Bogotá, una obra con música original de Rachel Portman y el libreto de Nicholas Wright, dedicada no solo a los más pequeños, sino también a los adultos, para recordarles cómo soñaban en su niñez.

La presentación de este espectáculo significa el regreso del género lírico al Colón, con una puesta en escena dirigida por Francisco Valero-Terribas, Andrés Felipe Jaime y Lorenzo Albani en sus diferentes áreas de música y arte.

“Después de dos años, la ópera vuelve al Colón, esta vez con una coproducción con el Gran Teatro Nacional de Lima y el estreno de ‘El principito’. La producción tiene un concepto original, que nos recuerda a través de la obra de Saint-Exupéry, el niño que todos llevamos dentro. Los solistas fueron elegidos en un proceso de audiciones que realizamos en julio de este año y la escenografía se elaboró enteramente en el Taller de la Sabana del Teatro Colón”, afirmó Claudia Del Valle, directora del Teatro Colón, en el lanzamiento de la obra.

En el 2015 se realizó otra gran adaptación por el francés Michael Levinas, un encargo de las óperas de Ginebra y Lausana, de Lille y de Valonia. Todo un reto que han tomado varios artistas para revivir el mundo de “El principito” en diferentes formatos.

El cine también fue otra de las plataformas que conquistó esta historia. Un ejemplo de ello, es la cinta animada “The Little Prince”, de Mark Osborne. El filme muestra cómo la vida de una niña cambia cuando conoce a un excéntrico piloto que le relata las aventuras del curioso niño que vive en un asteroide.

Hoy en día la esencia del mundo del niño rubio y solitario se puede encontrar hasta en un parque de diversiones, situado en Ungersheim, en Francia, donde los visitantes podrán encontrar experiencias alrededor del agua, los animales, las plantas, la aviación y el espacio.

Así mismo, “El principito” tiene un pequeño museo en París. Una idea que fue planteada por la familia del escritor francés en el 2011 para crear el “Proyecto Casa del Principito”, el cual está ubicado en el castillo de Saint-Maurice, en la localidad de Ain, donde el aviador solía pasar los veranos en su infancia.