Por varias generaciones colombianos y melómanos de varios países han bailado al son de La rebelión, Tania, Mary, En Barranquilla me quedo, El Ausente, El centurión de la noche, Manyoma o La Noche, entre otros éxitos más de Joe Arroyo, tan solo una parte del legado de este ‘Rockstar' de la salsa, recordado este mes por el décimo aniversario de su muerte.
‘La voz inconfundible de América Latina’, el ‘héroe de la música folclórica contemporánea’, el ‘rey eterno del Carnaval de Barranquilla’ por sus 18 Congos de Oro o la ‘estrella mundial de la salsa’, es como sus seguidores y aficionados del género siguen considerando a Álvaro José Arroyo González, incluso después de una década sin su voz en vivo.
Para recordar a uno de los tantos grandes de la música a los que se les ha apagado su reflector, EL NUEVO SIGLO lo llevará a un recorrido por los mejores momentos de ‘El Joe’, quien falleció un 26 de julio.
Talento callejero
Nacido en 1955, en Cartagena, 'El Joe' desde su infancia eligió el camino del canto y en sus primeros pasos no tuvo la oportunidad de tener educación musical. Su ilusión por convertirse en una estrella lo llevó a demostrar su talento en las calles, escuchando hasta donde podía llegar y mejorando su registro de forma autodidacta ensayando con un tarro.
Aún con su empirismo Arroyo entró al coro del colegio y a los 12 participó en el Coro de la Catedral. Su talento llamó la atención de Rubén Darío Salcedo, quien lo convocó para hacer parte del Súper Combo Los Diamantes y quien además lo bautizó como ‘El Joe’.
Luego de varias noches presentándose en sitios informales, inicia su primer trabajo como cantante en la orquesta Los Corralejos de Majagual. La inquietud y espontaneidad que lo caracterizaban fueron catalizadores para que el artista participara en varias agrupaciones, como La Protesta y Fruko y sus Tesos, de la cual hizo parte cerca de 10 años.
Durante su carrera hizo colaboraciones con otras orquestas como The Latin Brothers, La Sonora Guantanamera, Afrosound y Pacho Galán, entre muchas más.
Su etapa como solista inició después de su retiro de la agrupación Fruko y sus Tesos, una etapa marcada por el lanzamiento de su canción emblema Rebelión, un tema que le dio la vuelta al mundo y que aún compone las playlist de las fiestas de los colombianos. Las canciones Mary, Yamulemau, En Barranquilla me quedo y Pa’l bailador también fueron grabadas durante este tiempo.
El talento de este cartagenero e hijo adoptivo de Barranquilla, llegó hasta el Madison Square Garden, el parque La Villete en París, e incluso a Japón y África, en especial por su canción Yamulemau.
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Referente musical
“Fue el creador del ‘Joesón’ y tiene en su haber más de 45 producciones discográficas, un poco más de 300 temas grabados, 100 de ellos composiciones propias, lo que lo convierte en un instrumento de la memoria de nuestro país”, afirma Robert, quien desde hace ocho años es director del programa Conversando la Salsa, de Radio Nacional de Colombia.
Este género musical con el que Joe puso a bailar a salseros de muchos países, nació en Nueva York y posteriormente se expandió por el mundo, tuvo como raíz el son y otras manifestaciones de la música cubana, además de algunos ingredientes sonoros de Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Panamá y Colombia. A esta mezcla cultural y musical se le llamó salsa.
“Con el paso del tiempo, Colombia desarrolló su propio punto de vista sobre la salsa y en eso fue fundamental la influencia de Joe. Un ejemplo claro de esto es La Rebelión, que en el país pasó de ser una canción emblemática a convertirse en un ‘himno’. Esta canción es de las más escuchadas y siempre está en los listados a nivel mundial”, asevera Robert.
Así mismo confirma que “Joe siempre fue bohemio y sus horas favoritas empezaban después de la media noche, por eso, prácticamente toda su discografía como solista, se grabó de madrugada, era su momento favorito. Otra anécdota, es que cuando Joe ingresó a Fruko y sus Tesos, empezó como cantautor y de entrada pegó la canción Tania, un tema compuesto a su hija, que fue un éxito”.
Y es que Joe Arroyo marcó una época en Colombia por sus éxitos con los que ganó múltiples premios a lo largo de su carrera. “Es muy difícil que se vuelva a tener un artista nacional de su talla, porque dejó la vara muy alta, creó estilo, impactó generaciones y un sonido propio, es el más grande de la música tropical colombiana”, agrega Robert.
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Por su parte, el maestro Willy Vergara, no duda en resaltar el valor que tiene para la cultura colombiana y latinoamericana el desaparecido artista. “El mayor aporte que le hizo Joe a la música y a Colombia fue poner de nuevo al país en el mapa musical mundial, fue un referente para los grandes de la salsa y se convirtió en la cadena que unió a los salseros. A partir de ahí, muchos empezaron a mirar qué pasaba en el ámbito musical en nuestro país”.
“Joe sigue vigente porque las cosas buenas perduran. Fue único, original, con sabrosura, su energía y presencia en escena eran algo maravilloso, por eso él sigue sonando y presente en la mente y el cuerpo de todos los salseros de Colombia y el Caribe que siguen disfrutando de su música, de esa mezcla de Caribe, África, y folclor colombiano”, puntualiza Willy.
Por su lado, Jaime Andrés Monsalve, jefe cultural y musical de Radio Nacional de Colombia, agrega que Joe definitivamente “fue una figura fundamental en el desarrollo de nuestra música, por eso, cualquier homenaje que se le haga es poco, comparado con los buenos oficios que dejó a la música colombiana”.
Los locutores y expertos Roberto Téllez y Willy Vergara fueron los protagonistas esta semana de Joe Arroyo, 10 años después, el homenaje que Radio Nacional de Colombia le dedicó a este maestro de la salsa, quienes develaron algunas confidencias, logros e historias sobre este referente musical colombiano.