"Las ventanas y las voces" nació en el año 1998 y fue el libro más aclamado de Juan Carlos Botero, quien se sintió en la necesidad de reescribirlo con el respaldo de la Editorial Alfaguara y en el que plantea el acoso, la carencia y la muerte no sólo como culminación física, sino como experiencia de vida y como un proceso desde la propia infancia.
El hijo del escultor Fernando Botero habló con EL NUEVO SIGLO sobre esta nueva versión del libro y sobre los textos que desde ya están navegando en su mente.
EL NUEVO SIGLO: ¿Con qué finalidad desempolvó "Las ventanas y las voces"?
JUAN CARLOS BOTERO: Este es un libro que publiqué originalmente en 1998 y desde entonces estaba inconforme de cosas que me habían quedado mal, que quería corregir y mejorar, y por eso lo reescribí en su totalidad, para lanzarlo ahora nuevamente con la Editorial Alfaguara. De los libros que he escrito, este es el que mejor crítica ha recibido, entonces me pareció muy importante rescatarlo y ponerlo a disposición de los lectores colombianos.
ENS: En ese proceso de ‘reescribir’, como usted lo llama, ¿hubo algún cambio en su narrativa?
JCB: Sí, lo reescribí por completo. Obviamente ha pasado mucho tiempo y he aprendido mucho más del oficio desde entonces, incluso, en este libro, en "Doce cuentos del mar", he escrito dos novelas sobre el mar, entonces eso da cuenta de todo lo que he aprendido en terminología y que me han aportado todo ese conocimiento para la reescritura del libro.
ENS: Como usted mismo lo afirma, este es el libro que mejor crítica ha recibido. ¿Qué le han dicho?
JCB: El libro tuvo muy buena acogida en España, con una aprobación unánime. La verdad, todos los medios fueron realmente muy generosos y muy elogiosos cuando apareció y algunos textos figuran en la contraportada, entonces fue muy estimulante recibir ese apoyo tan grande y más de parte de los medios españoles. Esperemos a ver cómo le va en Colombia, recién lo lancé esta semana.
ENS: El libro consta de siete relatos, todos con un hilo conductor impresionante. ¿Se identifica con alguno de estos episodios?
JCB: Este libro se puede leer como una colección de siete cuentos, lo que permite leerlo en el orden que se quiera, pero a la vez, como es un mismo personaje, también se puede leer como una novela de siete capítulos, por eso tiene un epígrafe al comienzo del libro, de William Shakespeare, que habla de las siete etapas de la vida de una persona y todos los textos están basados en experiencias personales mías, entonces creo que eso le da mucha amplitud, porque lo viví en carne propia.
ENS: En este recorrido por la vida de Alejandro, su personaje principal, muestra una línea narrativa dinámica, muy a su estilo. ¿Siente que cumplió sus expectativas como escritor?
JCB: Sí, le trabajé mucho a este libro, creo que está muy bien escrito, es lo que quería contar, porque además lo que le pasa al protagonista, Alejandro, son lecciones fundamentales de vida, el descubrimiento de la amistad, del amor, del desamor, de la violencia, que son aspectos y enseñanzas fundamentales que todos vivimos, es decir, son lecciones de vida compartidas por la condición humana. Entonces me propuse eso y creo que se logró.
ELN: Han pasado 16 años desde la primera publicación, ¿por qué esperar todo este tiempo para reescribirlo?
JCB: Porque soy muy perfeccionista, no quería que el libro quedara disponible al público como estaba. Cuento en el epílogo el ejemplo de un artista francés muy conocido que se llamaba Pierre Bonnard, que se mandó a hacer una paleta de pintor portátil y cuando iba a los museos, las galerías o donde estaban sus cuadros colgados, ya vendidos desde hacía tiempo, se acercaba y cuando nadie estaba mirando le hacía retoques; yo me identifiqué con eso, por mí podría durar toda la vida reescribiendo los textos que, inclusive, estuvieran publicados.
ENS: ¿Luego de este libro qué historia viene?
JCB: Estoy reescribiendo el libro "El arte de mi padre", donde explico en qué consiste la pintura de Fernando Botero, y lo estoy haciendo porque ha pasado mucho tiempo desde que se publicó, desde el 2010 y ahora que ha fallecido ha habido mucho interés en ese libro y lo estoy actualizando porque ha pasado muchas cosas. Es interesante, pues pienso que Fernando Botero tiene el arte quizás más reconocible de la actualidad, sus obras se reconocen en cualquier parte del mundo, pero a la vez, es un artista que fue incomprendido, entonces este libro explica cuál es la filosofía de su pintura.
ENS: El año pasado usted dijo que escribiría un libro sobre su padre, más allá del maestro que todo el mundo conoció, ¿qué pasó con ese proyecto?
JCB: Exactamente, eso también lo estoy haciendo, creo que saldrá después y es un libro de memoria de nuestra infancia con él, que fue una etapa muy especial, por la pobreza en la que él vivió.
ENS: ¿Cuál es su mayor preocupación actualmente?
JCB: Estoy muy preocupado con lo que estoy viendo en el país, veo con mucha inquietud la polarización que está dividiendo a los colombianos en bandos antagónicos y lo grave de eso es que cada bando ve al otro como un enemigo y así no puede funcionar un país, somos compatriotas y hermanos, tenemos que cambiar la mirada, pero me preocupa mucho que esta polarización haya prosperado con esa intensidad, no solo en Colombia, sino en general.
ENS: ¿Cómo a través de la literatura se puede cambiar este escenario?
JCB: Nos toca eliminar la cultura de la polarización y la de la violencia por la cultura de la decencia y el arte y la lectura. Creo que ayudarían mucho, porque aumenta la sensibilidad de las personas, el arte permite enriquecimientos internos, crecimiento personal, pero ante todo precisamente la lectura aumenta la tolerancia, porque cuando tú estás leyendo mentes superiores, lees a Gabo o a Cervantes, tus propias convicciones o certezas se relativizan, porque te desafían, te cuestionan, ves otras opiniones, otras perspectivas. Eso se traduce en tolerancia y esto es indispensable, porque la gran parte de la violencia en Colombia nace de la intolerancia, de clase, de región, de género, de pensamiento, de ideología. Los países más serenos y pacíficos son los que tienen las tasas más altas de lectura.
ENS: ¿Cómo ha sido su vida sin el maestro Botero?
JCB: No me acostumbro todavía a su ausencia. Teníamos una relación muy estrecha, de contacto muy frecuente, me hace una falta terrible. Estoy dedicado al trabajo y a mi familia para salir adelante, pero la verdad, te confieso que la falta de clases es terrible.