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Jueves, 23 de Julio de 2015

Conocer cómo, cuándo y cuánto líquido se debe beber para mejorar el desempeño en las diferentes actividades diarias, en especial si en esta se incluye una rutina de ejercicios es la clave de la hidratación.

La hidratación es importante para un óptimo funcionamiento del cuerpo. Por ejemplo, cuando un deportista suda pierde agua y sales minerales y si no se recuperan  rápidamente el organismo comienza a consumir líquidos que hacen parte de las células musculares, haciendo que el sistema deje de funcionar adecuadamente.

La deshidratación produce una reducción del volumen de sangre, lo que hace aumentar la frecuencia cardiaca, pues el corazón se esfuerza por dar abasto y mantener el organismo en funcionamiento, ocasionando en algunas ocasiones ataques cardiacos.

Señales de deshidratación

Sed, dolor de cabeza, debilidad, fatiga, mareos, irritabilidad y  calambres musculares son entre otros sus síntomas. Si éstos persisten o incluyen desorientación, rubor con sensación de calor extremo, escalofríos, náuseas, vómitos hasta pérdida total o parcial del conocimiento, existe un riesgo real de complicación cardiaca.

Para mantenerse hidratado y prevenir la deshidratación es necesario aprender a conocer su propio cuerpo. Un plan inteligente de recuperación de líquidos incluye un elemento que todos deben conocer:

¿Cuánto es necesario tomar para reponer lo perdido?

Las tasas de sudoración pueden variar de una persona a otra y dependen del ambiente y la intensidad de la actividad. Aquí tiene una buena manera de estimar la tasa de sudoración por hora:

·         Cantidad de peso perdido durante el ejercicio en gramos, (es necesario pesarse antes y después del ejercicio con el mínimo de ropa posible) + Cantidad de líquidos consumidos durante el ejercicio, (pasando el líquido antes y después del consumirlo o conociendo el volumen del recipiente en el que se tiene) = cantidad de líquido que debe ser consumido.

Por ejemplo, si un deportista pierde 720 gr. (720 ml) durante el ejercicio y consume 360 ml, debe tratar de tomar 720 ml + 360 ml es decir 1080 ml por cada hora durante los entrenamientos en condiciones similares. En este caso sería un consumo de 270 ml cada 15 minutos para lograr el objetivo durante una hora.

Otra forma en la que las personas pueden controlar su estado de hidratación es observando el color de la orina. La micción  de una persona bien hidratada se parecerá a una limonada, será clara y abundante y la de una persona deshidratada será poca y oscura como el té.

Es importante consumir suficiente líquido para remplazar el sudor, pero debe cuidar de no sobre hidratarse. El objetivo es asegurar que los líquidos y electrolitos que se pierden en el  sudor se recuperen, no más que eso, ya que podría generar retención de líquidos e inflamaciones en diferentes zonas del cuerpo.

La sobre hidratación puede producir una condición seria y usualmente mortal llamada hiponatremia, la cual ocurre cuando se ingiere mucha agua y la concentración de sodio en la sangre se diluye, haciendo que el cerebro se hinche, esto ocurre especialmente si se toma agua sola, pero se previene con el uso de bebida hidratante.

La deshidratación se puede prevenir

El consumo de la cantidad adecuada de líquidos antes, durante y después de las actividades físicas  mantienen a la mayoría de las personas bien hidratadas.

Las bebidas hidratantes deben tener unas características que estimulan su consumo y garantizan una correcta hidratación.

· Sabor:las investigaciones demuestran que las personas físicamente activas consumen más de una bebida deportiva con sabor que de agua sola.

·  Electrolitos:La presencia de electrolitos en una bebida hidratante permite que el cuerpo recupere el sodio y el potasio que el cuerpo pierde al sudar.

·  Carbohidratos:juegan un papel importante aportando combustible a los músculos que se ejercitan y pueden mejorar el rendimiento cuando más se necesita.