“ESTE CONCIERTO presenta una conexión con la comunidad de músicos. Son más de cien personas tocando juntas. Para mí, es un símbolo de transformación porque tienes todos los diferentes instrumentos tratando de sonar como una única entidad, una analogía de la vida en sociedad”, dice David Greilsammer, director titular de la Filarmónica de Medellín a propósito de un espectacular concierto que realizará la organización que dirige y la Sinfónica EAFIT, el próximo 24 de febrero.
Esta conexión musical fortalece el valor de la cooperación y el espíritu de unión, y será el punto de encuentro para el primer concierto de orquestas unidas en 2024 con obras que reflejan la sensibilidad y el poder creativo de sus compositores con la Sinfonía n°. 3 de Schubert y Sinfonía n°. 1 "Titán" de Mahler, y el estreno nacional de Mist and fixation del colombiano Tomás Díaz Villegas.
Para el director titular de Filarmed David Greilsammer, este concierto que une dos orquestas de la ciudad, permite compartir la experiencia en un alto nivel artístico abordando obras de gran formato como las que se interpretarán esta tarde. Además, invita a disfrutar la riqueza cultural de la música europea y latinoamericana con composiciones llenas de fuerza y vitalidad.
La presentación será en el Teatro Metropolitano a las 6:00 de la tarde y se da gracias a la alianza entre la Filarmed y Comfama, con el patrocinio de Bancolombia, Sura, Mineros, Premex y con el apoyo del Teatro Metropolitano - Medellín Cultural, la Alcaldía de Medellín, el Ministerio de Cultura y especial agradecimiento al Hotel Poblado Plaza, al Hotel Poblado Alejandría y al Astor Repostería.
El concierto
“Entonces son obras con mucho amor por la vida, permeadas por la esperanza y la belleza. Espero disfruten el concierto, tanto como nosotros disfrutamos crearlo”, refiere Greilsammer.
El concierto simboliza la jovialidad, fraternidad, vivacidad. Las obras de este programa fueron escritas durante la edad temprana de los compositores y representan su espíritu creativo.
De este modo, se presenta el estreno nacional de Mist and fixation para orquesta del colombiano Tomás Díaz Villegas. La obra se compone de dos movimientos contrastantes; el primero ("mist" o bruma) presenta una textura pulsante y lenta con fragmentos melódicos emergentes. El segundo movimiento ("fixation" o fijación), posee líneas instrumentales cargadas de energía.
Otras dos obras monumentales de la música universal componen el concierto. La Sinfonía n°. 3 de Schubert fue escrita cuando el compositor cumplió 18 años. Posee una música hermosa y alegre, representada por los instrumentos de viento en el primer movimiento. El siguiente movimiento Allegretto tiene el deseo de transformar los sentimientos más profundos del compositor en música. El Menuetto, del tercer movimiento, sugiere un ritmo de danza llamada alemana. El último movimiento es un Presto vivace de carácter alegre y juguetón, que va pasando de unos a otros instrumentos.
Sinfonía n° 1
Además, la Sinfonía n°. 1 “Titán” es la primera “gran” obra sinfónica de Mahler compuesta durante su juventud. Es una obra titánica, como su propio sobrenombre indica. “Es como el mundo, debe abarcarlo todo”, le dijo Mahler a Sibelius en 1907 durante un paseo por la finca del compositor finlandés. Y es así como la gente puede entender el mundo estético de Mahler.
La obra tiene un gran carácter melódico. Consta de cuatro movimientos, con un sonata-allegro de apertura, un movimiento de danza enérgico y terrenal, la procesión fúnebre y un final cuya tormenta se disuelve en la luz. Y aunque es producto de sus años de viajero, la Sinfonía, en su forma final, ya afirma la completa maestría de Mahler, un anuncio inequívoco de que el viajero ha llegado definitivamente.
Mahler comenzó esta sinfonía en 1884 y no fue terminada hasta cuatro años después, cuando el compositor contaba con 28 años de edad. Se estrenó en Budapest el 20 de noviembre de 1889 bajo la dirección del propio autor. En su estreno, gran parte de la audiencia la encontró incomprensible, recibiendo incluso abucheos por parte del público, que asumió relativamente bien los primeros movimientos, pero se sorprendió, escandalizó e incomodó ante la marcha fúnebre.
Las primeras críticas mostraron cierto rechazo hacia los elementos que posteriormente han definido y caracterizado esta obra, que hoy en día es una de las composiciones de Mahler más programadas. “No sabemos si tomarnos esta marcha fúnebre en serio o como una parodia. Los platos chocan, los clarinetes y violines chirrían, el tambor retumba, el trombón ruge; en pocas palabras, los instrumentos se desmadran en una enloquecida danza de brujas”, dijo el crítico Kornél Ábrányi.
Tal vez esta sinfonía causó cierta revolución en su estreno porque el público no estaba preparado para escuchar las innovaciones que Mahler proponía. Pretendía continuar la tradición sinfónica de Beethoven, Brahms, Schumann o Bruckner, a la par que impulsar las ideas tardor románticas de Liszt o Wagner. Además, la orquestación (particularmente grande para esta época) pudo ser abrumadora, pero no solo por el tamaño de la orquesta, sino por crear timbres instrumentales individualistas.
El director
Reconocido como uno de los directores y pianistas más audaces de la actualidad, David Greilsammer ha dado vida a numerosos proyectos innovadores, estrenos mundiales y encuentros disruptivos entre diferentes artes y culturas.
Revelando programas eclécticos y fascinantes, sus recitales de piano se han presentado en numerosos lugares de todo el mundo, incluidos el Lincoln Center de Nueva York, el Kennedy Center de Washington y el Concertgebouw de Ámsterdam, entre otros.
Desde 2013, David Greilsammer se desempeña como director musical y artístico de la Camerata de Ginebra, y desde 2022 en director titular de la Orquesta Filarmónica de Medellín.