365 días de tormenta para Nairo | El Nuevo Siglo
Foto AFP.
Lunes, 17 de Septiembre de 2018
Alejandro Munévar*

Todos los seres humanos contamos con momentos que se pueden convertir en una mala semana, en un mal mes e inclusive en un año negativo. Un día nos levantamos con el pie izquierdo y por alguna extraña razón nada sale bien. Pareciera que la tormenta no fuera a parar, que cuando damos un paso retrocedemos dos, que entramos en un bache y no hay forma de salir, es parte de la vida.

Nairo Quintana cursa por una etapa de su carrera en la cual un mal día se ha alargado a unos cuantos meses en donde no le salen las cosas como quisiera, como espera el país.

Razones pueden haber muchas, una gripa, las estrategias poco acertadas del director del equipo, situaciones que lo distraen en la casa o simplemente las piernas no quieren dar; al fin y al cabo Quintana es un humano, como usted, como yo, y  tiene que lidiar con todos los problemas como cualquier ciudadano del común, y además debe cargar el peso de un país oportunista sin haberlo pedido.

Todos nuestros deportistas, sin distinguir disciplina sufren de esto, de repente el país entero espera que todos sean primeros en las diferentes competencias. Cuando la selección de fútbol clasificó al Mundial de Rusia, hubo quienes decían que si no salían campeones era un fracaso. Cuando un ciclista va a Europa tiene que ganar sí o sí, como si los demás no supieran pedalear también, solo por dar un par de ejemplos.

De un momento a otro nos dejamos consumir por la euforia de la victoria olvidando que hace apenas 20 años hacíamos sonar el himno nacional cuando un compatriota lograba llegar a participar en un Giro de Italia, un Tour de Francia o en La Vuelta a España. En su turno, en el remate de la eliminatoria para Corea-Japón 2002, del que Colombia quedó eliminada, duramos 16 años sin volver a una cita mundialista, entonces me pregunto: ¿de cuándo acá debemos ser campeones?

 

¿Ganar todo?

Entonces, ¿por qué razón Nairo Quintana tiene que ganar en cada una de las carreras a las que asiste?, ¿quién nos dio el permiso de exigirle más de lo que puede dar?, ¿ por qué hay quienes se empecinan en hacerle ver como un pecho frio, un displicente porque no ha podido ganar el Tour?, o ¿por qué las cosas no salieron como esperaba en la Vuelta a España?, como si fuera tan fácil subirse a una bicicleta y atravesar un país entero pedaleando, aguantando frio, lluvia y dolor.

¿Quiénes somos nosotros para exigirles a nuestros deportistas que ganen siempre?, nosotros no les pagamos su sueldo, cuando se caen no estamos para ellos para ayudarlos a levantar y ellos no tienen la obligación de hacernos felices, la realidad es que un triunfo de la selección no nos soluciona los problemas diarios, el podio de Miguel Ángel López no nos va a llenar la cuenta bancaria, ni va a pagar la luz, el teléfono, el colegio o le va a responder a la DIAN. No tenemos ningún derecho de exigirles, quien los quiera apoyar puede hacerlo y por más que queramos hacer de sus victorias, nuestras victorias, son ellos los que se matan entrenando entre semana, alejados de sus familias, aguantando dolor, nosotros simplemente nos sentamos cómodamente frente al televisor a esperar que ganen para subirnos al bus de la victoria o que pierdan para caerles y criticarlos.

 

Sufrimiento

Ahora bien, habrá quienes digan que a los deportistas colombianos se les exige porque tienen que pagar el hecho de ser personajes públicos, no se nos olvide que ellos por más fama o dinero que tengan son humanos. Quintana, así digan que es sobrenatural por como escala las montañas, es una persona, siente, sufre y llora como usted, como yo. Tiene sus propios problemas, tiene que lidiar con un equipo en donde el técnico lo único que ha hecho es menospreciarlo las últimas temporadas.

Pero como acá se trata de dar argumentos basados en hechos que todos puedan ver y no solamente en apelar al sentimiento humano, hay que dar las razones por las cuales Nairo no ha tenido las mejores actuaciones los últimos años.

Uno de los mejores técnicos del mundo, Carlo Ancelotti, en su libro “Liderazgo Silencioso” dice que, “la labor principal de un jefe de grupo cuando hay talentosos, fueras de serie, es no desmotivarlos, porque ellos mismos se encargan de motivarse”. Lo único que han hecho en el equipo de Eusebio Unzue es desmotivar al colombiano, le han hecho perder seguridad y eso se ve en cada carrera.

Para Unzue haber encontrado a Nairo Quintana fue dar con la gallina de los huevos de oro. Un equipo que estaba destinado a ser uno más del pelotón se topó con un muchacho de Boyacá, capaz de enfrentarse solo a los contratiempos y dejar atrás la montaña, puso al equipo en la mira de todos, logrando así que Movistar se interesara en renovarle el contrato. Por otra parte, el dueño se llenaba los bolsillos y se olvidó de quien lo puso de nuevo en el mapa; hoy el genio boyacense esta desmotivado, el dueño ha perdido su inversión porque ninguno fue capaz si quiera de hacer la mitad de lo que Nairo hizo por él.

Para terminar un dato no menor, entiendo y respeto a los que dicen que no vale la pena resaltar a quienes no ganan, pero al menos para mí es importantísimo tener a tres compatriotas en el Top 10 de la Vuelta a España, Miguel Ángel López tercero, Rigoberto Urán séptimo y Nairo Quintana octavo, la tormenta no puede durar 100 años, siempre nos volveremos a levantar.

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*Esta versión fue modificada del artículo original