Catar 2022, un mundial de fútbol con el mejor estilo árabe | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 18 de Noviembre de 2022
Óscar Munévar*

Óscar Munévar Forero

Enviado Especial EL NUEVO SIGLO

 

MunévarIncreíble pero cierto. Cuando llegamos al aeropuerto de Hamad en Catar, pareciera que acá no pasara nada, comparativamente con otros certámenes de las mismas características como el que vivimos en Rusia, que desde que arribamos se vivía, se olía y se comía Mundial.

Los cataríes son muy fríos, nada simpáticos como los rusos, que pese a que tenían fama de flemáticos, siempre se comportaron como grandes anfitriones, buenos conversadores. Los árabes son todo lo contrario, y si a eso le agregamos el poco o ningún conocimiento que tienen sobre el tema del fútbol la cosa aún no se pone de modo mundial.

Los alemanes por ejemplo, se han quejado de no encontrar lo que necesitan, del alto costo de la vida del Mundial, de la poca información que se brinda, pero seguramente eso cambiará con el transcurrir de las horas. Aún no han llegado los comentaristas brasileros en su totalidad; menos los argentinos, que no quieren que los consideren favoritos y como que prefieren pasar desapercibidos en este Estado soberano árabe ubicado al oeste de Asia, con todos los recursos del mundo.  


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Contrataron a los mejores en todas las materias, ingeniería, arquitectura, estructuras, tecnología, que entre otras cosas aún no ha entrado en su totalidad. Pero como dijo un colaborador del Mundial, “vamos a recibir ocho mil periodistas y no sabemos aún cuántos turistas tendremos, pese a la mala imagen que algunos han querido vender”, porque ellos creen que les están creando una mala fama para impedir que la gente viniera al mundial.

Lo único cierto es que estos hombres han hecho de este Mundial su propia fiesta, que ellos la harán atender a su medida. Todo lo han programado fríamente y por eso pareciera que no pasara nada, pero al final el domingo a las 11 de la mañana sonará el pito y daremos inicio al Mundial XXII.

No importa que no tengan buena prensa de los europeos, ellos se hacen valer con su cultura y su manera de vivir el fútbol, que en este país no es tan importante como otras actividades como lo son las carreras de caballos, de camellos y cetrería, en la cual se emplean halcones y otras aves para capturar las presas.