Aunque en el fútbol siempre se ha dicho que “equipo que gana no se toca”, es muy probable que el técnico Nelson Abadía modifique la estructura de la Selección Colombia para hacerla más fuerte defensivamente, no darle espacios a Brasil y aumentar su chance de cumplir su sueño de ganar por primera vez una Copa América Femenina.
Líderes de sus respectivos grupos con puntaje perfecto y una diferencia de gol abrumadora, ambas selecciones son sin discusión las mejores de la Copa.
A partir de las 7:00 p.m. las anfitrionas buscarán su primera corona continental, ante una ‘Canarinha’ que se ha quedado con siete de las ocho ediciones del torneo y es amplia favorita a ganar de nuevo.
Colombia, donde la dirigencia canceló la próxima edición de la liga local femenina en vísperas de la Copa América, enfrentará a un rival que es referente mundial en la disciplina y tiene el respaldo de sólidos torneos nacionales y regionales.
Se espera que unos 25.000 espectadores asistan al estadio Alfonso López para contrarrestar el poder de las cracks brasileñas Debinha, Beatriz Zanerrato y Adriana.
Con el apoyo del público y las variantes, si es que Abadía se decide a hacerlas, se espera que el representativo nacional le impida a su rival desplegar ese juego ofensivo, especialmente de velocidad que hace su contrataque mortal.
La idea, de acuerdo con lo que se pudo ver en los últimos entrenamientos, es montar una defensa de cinco, lo que le significaría al local sacrificar a una de sus figuras, la volante Catalina Usme (quien estuvo resentida y debió realizar algunos trabajos diferenciales) o a la goleadora Mayra Ramírez.
Ello le permitiría a Colombia enviar a la cancha a un par de jugadoras rápidas, aunque resentiría una estructura que ha dado resultados y en la que Ramírez ha hecho un gran trabajo como soporte defensivo.
Confesión
Antes del duelo, la capitana de Colombia, Daniela Montoya, se confesó ante los medios de comunicación.
“Realmente sabíamos que la final iba a ser con Brasil, yo creo que uno tiene que visualizar todo en la vida y deseábamos este momento”, dijo la mediocampista antioqueña.
Después de atender a la prensa, Montoya y sus compañeras se encerraron en su sede de entrenamiento en Piedecuesta, vecina de Bucaramanga.
Lejos de las cámaras, el técnico Abadía trabajó en perfeccionar la estrategia con la que intentará derrotar a Brasil, que se paseó ante todos sus rivales en lo que va de la Copa: marcó 19 goles y no ha recibido ninguno en contra.
Ninguna selección ha amenazado si quiera el arco de la portera Lorena. En la semifinal ante Paraguay, las brasileñas marcaron dos goles antes de la media hora y ahorraron batería pensando en Colombia.
“Conocemos de su juego, de cada una de sus fortalezas, que tienen un cuerpo técnico (comandado por la doble medallista olímpica sueca Pia Sundhage) que ya lleva varios años”, agrega Montoya, quien prefiere pasarle la presión a la ‘Verdeamarelha’:
“Para mi obviamente ellas son las favoritas para ganar la Copa América, pero el fútbol tiene esas oportunidades (de dar la sorpresa), nosotros queremos seguir haciendo historia aquí en nuestro país”, añadió.
De cara a la final, Colombia tiene un equipo “muy seguro y muy tranquilo”, dice.
La antioqueña, al ser preguntada por la posibilidad de realizar variantes para hacer un equipo más sólido en el fondo, dijo que “yo no tocaría la formación que ha venido jugando, pero es el profesor Abadía quien toma las decisiones”.
Tras derrotar a Argentina en un reñido 1-0 en las semis, varias jugadoras se desplomaron al suelo extenuadas.
Entre ellas, la experimentada delantera Catalina Usme, quien confirmó su presencia en la final, a pesar una molestia en un empeine que la obligó a ir al hospital tras derrotar a la Albiceleste.
Justamente Catalina Usme, quien podría ser sacrificada para imprimir más marca en el sector medular, afirmó que “el grupo está en óptimas condiciones y confiamos en lo que tenemos, en que podemos ganarnos esa final mañana y dejar el título es casa”.
“Yo estoy bien, estoy en óptimas condiciones para dar lo mejor para esa final”, añadió.
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Con relación a Colombia, dijo que “este también es un equipo muy intenso durante los 90 minutos, así que va a ser un partido mano a mano. Estamos preparadas física y mentalmente para jugar esa final contra Brasil. Es un reto ‘bacano’ que asumimos con toda la responsabilidad del mundo”.
Por otro lado, Manuela Vanegas fue clara en su respuesta respecto a lo que deben hacer para evitar goles de sus rivales: “No es un secreto el equipo que es Brasil, pero sin duda vamos a hacer lo nuestro, lo que nos ha funcionado durante todo el torneo y que hoy nos tiene aquí. No vamos a salir ni a defendernos ni a escondernos, vamos a poner nuestras condiciones y buscar el partido”.
“No tenemos miedo, solo tenemos la experiencia suficiente para enfrentar este tipo de encuentros, estamos preparadas para hacerlo” añadió la defensa al servicio de la Real Sociedad de España.
A la espera de que Abadía anuncie la formación titular, es claro que hay jugadoras “intocables”, como la portera Catalina Pérez,, Daniela Montoya o la creativa Leicy Santos.
“Feliz”
Con el cuerpo en Colombia pero la mente en el Mundial de Nueva Zelanda-Australia-2023 y los Juegos Olímpicos de París-2024, competencias a las que clasifican las dos finalistas de la Copa, la ‘Canarinha’ busca un ‘sparring’ de peso.
“Particularmente estoy muy feliz por enfrentar a Colombia en la final”, dijo la mediocampista Ary Borges, autora de un tanto ante Paraguay.
“Su hinchada esperaba eso, tener a la selección en la final”, agregó la jugadora del Palmeiras.
Lejos de pensar que el título ya está asegurado, Ary visualiza lo que será “un gran partido”.
“Sabremos mucho más sobre cómo la selección está preparada”, pensando en las grandes competencias de 2023 y 2024, y el duelo será útil “para mejorar dentro de nuestro equipo”, agregó.
Las dirigidas por Sundhage entrenan con plantilla completa en un campo universitario a la vista de cualquier curioso que quiera acercarse.
Ante Colombia será un “juego fantástico” y “difícil en muchos aspectos”, adelantó la entrenadora sueca.
Según la Conmebol, el 100% de las entradas al estadio Alfonso López de Bucaramanga, con capacidad para 25.000 espectadores, ya están vendidas para el duelo de hoy.
El apoyo de la hinchada fue determinante en la semifinal ante Argentina, un rival que la fanaticada colombiana considera clásico, sin reciprocidad.
Los abucheos y gritos que caían sin cesar desde la tribuna contra la Albiceleste tuvieron buena parte del mérito en la ajustada victoria por 1-0.