Arnaud Demare (Groupama) ofreció a Francia su tercera victoria en el actual Tour de Francia, imponiéndose al esprint este jueves en Pau, después de las dos etapas ganadas en la montaña por Julian Alaphilippe.
En una etapa llana de 171 km, con salida en Trie Sur Baise, en la que el galés Geraint Thomas no tuvo problemas para mantener el maillot amarillo, Demare sumó su segundo triunfo en la ronda gala, después haber ganado la cuarta etapa en 2017, en Vittel.
El ciclista colombiano Nairo Quintana (Movistar) tuvo un susto con una caída a 104 km de la meta, en la que se vieron afectados varios ciclistas, entre ellos el británico Adam Yates.
Quintana se pudo reincorporar al pelotón tras cambiarse la camiseta debido a las rozaduras que sufrió en el brazo, hombro y rodilla izquierdos, de las que fue atendido por los médicos del Tour.
Aunque luego, el equipo Movistar comentó en su cuenta Twitter que "el dedo que molestaba a Nairo tras su caída es el pulgar de la mano derecha; de ahí las molestias a la hora de cambiar de marcha".
Demare se impuso en el esprint delante de su compatriota Christophe Laporte (Cofidis) y del noruego Alexander Kristoff (Emirates), mientras que el eslovaco Peter Sagan (Bora), líder de la clasificación por puntos, solo pudo ser octavo.
"No fue fácil pero pude terminar las etapas de montaña, donde la mayoría de los esprinters abandonaron y yo estoy todavía ahí. Mi equipo estuvo fuerte en la etapa de hoy", dijo Demare.
Sagan se quedó sin cuarto triunfo
Sagan era favorito para la victoria de la etapa, pero se vio sorprendido por el ataque de Demare, que tuvo tiempo para levantar los brazos.
El eslovaco buscaba su cuarto triunfo en el Tour de Francia de 2018 y el duodécimo en total, con lo que hubiera alcanzado a dos leyendas como Gino Bartali y Miguel Induráin.
"Peleé por ganar la etapa y es una gran recompensa. Eso es lo que me decía en los momentos difíciles en la montaña. No soy el mejor en la momtaña, pero sé que las piernas me responden. Nunca me rindo y eso me ha dado el premio", explicó Demare.
El francés, de 26 años, cuenta 50 victorias en su palmarés. Campeón del mundo juvenil en 2011, ganó la Milán-San Remo en 2016.
La jornada estuvo animada por una escapada de cinco ciclistas desde casi el principio de la etapa (Niki Terpstra, Luke Durbridge, Thomas Boudat, Guillaume Van Keirsbulck y Mathew Hayman), que fueron absorbidos por el pelotón a 16 km de la meta.
El viernes, la decimonovena etapa afronta los últimos puertos de montaña en los Pirineos, con la etapa entre Lourdes y Laruns, sobre un recorrido de 200,5 kilómetros.
Tras el Aspin y el Tourmalet, el Aubisque será la última dificultad, antes de 20 km de descenso.
Será la última oportunidad para los escaladores, entre ellos Quintana, ya que después llegará la contrarreloj individual del sábado y la última etapa en los Campos Elíseos.