La habilidad, magia y atrevimiento de un jugador, el guajiro Luis Díaz, terminaron por subir al seleccionado colombiano al podio de la Copa América, que este sábado definirá entre Brasil y Argentina, cuál ocupará el cajón más alto.
El partido que definió el tercero en el torneo, disputado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, terminó con marcador de 3-2, goles de Juan Guillermo Cuadrado a los 49, de tiro libre, y de la gran figura del representativo nacional. Luis Díaz a los 66 y a los 90+4. Para Perú anotaron Yoshimar Yotun los 45+1 y Gianluca Lapadula a los 82.
Como lo refleja el marcador, el duelo por momentos fue muy intenso, con control alterno y con dos equipos en la cancha que salieron a darlo todo por lo que algunos llaman el puesto de honor.
Por Colombia, el técnico Reinaldo Rueda realizó algunas variantes, como el ingreso del golero Camilo Vargas, el defensa Óscar Murillo y el volante Edwin Cardona, pero mantuvo la que se supone será la base para la siguiente doble fecha de la eliminatoria para el Mundial de Catar el próximo año.
Desde el vamos, el onceno criollo asumió el control de las acciones y fue en busca del arco contrario, pero sin contundencia. En cambio los peruanos se acercaron poco pero lo hicieron con verdadero peligro y permitiendo el lucimiento de Vargas.
Esta vez Colombia volvió a acusar problemas porque los volantes de marca se iban al mismo lugar y dejaban huecos que fueron bien aprovechados por el rival.
Mientras esto sucedía, Díaz inquietaba por zona izquierda a la defensa inca con su habilidad, velocidad y picardía, solo que con el correr de los minutos se fue cerrando al centro y fue presa fácil de los marcadores adversarios.
Lo poco que produjeron los dirigidos por Rueda fue por el sector de Díaz, solo que el lateral Tesillo lo acompañó poco y se perdió el factor sorpresa, mientras que por zona derecha Juan Guillermo Cuadrado estuvo muy distante del nivel que exhibió en los partidos anteriores.
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Pero vino la sorpresa y Perú se fue arriba en la cuenta por intermedio de Yotún, antes de irse al descanso, en un resultado que no parecía reflejar lo ocurrido en la cancha.
Ya para la segunda mitad, solo cuatro minutos después de reiniciadas las acciones y cuando Colombia aceleraba en busca de la paridad, ya son Cardona en la cancha y con el intrascendente Jimmy Chará en ella, vino el primero de los tres golazos que le dieron el podio a Colombia.
Cuadrado fue al cobro, la barrera se abrió y el balón se fue al fondo de la red a pesar de la volada del portero Pedro Gallese.
Colombia tomó aliento y se fue en procura de la ventaja, pero fue solo en un magistral saque largo de Vargas que recogió Díaz y definió son sutileza, solo unos minutos después de que el guardameta inca lo privara de celebrar otro golazo de tijera, en una acción parecida a la que terminó en el fondo de la red ante Brasil.
Ya cuando se estaban preparando para la definición desde los 12 puntos, apareció la habilidad y el atrevimiento de Díaz para decir que no era necesario. La dio la victoria a Colombia 3-2 y se erigió como la gran figura nacional.
Ganancia
El objetivo de Colombia, así muchos quisieran verlo como solo una oportunidad para ensayar, era ganar el título y luchó para llegar a la final. Sin embargo, la pobre ejecución de los remates desde el punto penal, lo privó de lograrlo.
Empero, la Copa América le dejó una buena ganancia a Colombia. Rueda descubrió que Wilmar Barrios, a quien no tenía en su órbita, es intocable en el sector medular y que al lado del cartagenero puede emplear a Gustavo Cuéllar, Mateus Uribe y sentirse tranquilo. Así mismo, que necesita contar con laterales naturales porque como quedó evidenciado anoche, Tesillo nunca aprovechó el espacio que le abrió Díaz para llegar por sorpresa y tirarle centros al ‘huérfano’ Duván Zapata.
También los partidos le mostraron a Rueda que, aunque logró solventarse sin contar con un ‘10’, sí lo necesita porque hay partidos en los que se requiere del talento, de un generador de ideas para romper los cercos defensivos que le montan los rivales.
También el técnico tendrá que trabajar en otros detales, no obstante, le quedó claro, y al país también, que la actitud de los jugadores es otra, muy diferente a la que mostraron en las goleadas frente a Uruguay en Barranquilla y Ecuador en Quito.
Con un equipo motiva, con actitud positiva y evolucionando, es mucho lo que se puede esperar para el futuro cercano.
Pero sin lugar a dudas, la gran ganancia en este torneo es el descubrimiento de una gran figura, Luis Díaz, de quien se tenían antecedentes por su pasado en el Junior y su trabajo en el Porto de Portugal, pero era necesario verlo consolidado y ya lo está.
El guajiro se va de esta Copa América como el jugador revelación, el verdadero desequilibrante y el más atrevido a la hora de buscar el arco contrario. Muchos de sus rivales lo recordarán porque los enloqueció son su gambeta y picardía.