La única tabla de salvación del entrenador uruguayo al servicio del Santa Fe es la Copa Suramericana
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Independiente Santa Fe completó tres partidos sin ganar en Liga. La derrota ante La Equidad fue una muestra del crítico momento por el cual atraviesa el equipo rojo de la capital. Las cosas simplemente no se les están dando como quisieran, el técnico sigue cometiendo los mismo errores que lo han llevado a derrotas imperdonables y los jugadores, algunos, no responden como deberían ante la responsabilidad de estar en un equipo grande como lo es Santa Fe. ¿Y quien es el culpable? Ahora ocupa una butaca en la Federación Colombiana de Fútbol.
En diciembre del año pasado el entonces Presidente del Santa Fe anunció que se iría al terminar el semestre, cosa que no sucedió, se quedó unos meses más y tras un semestre complicado decidió dar un paso al costado y entregar la responsabilidad de estar al frente del club a Juan Andrés Carreño, quien tenía como gran responsabilidad continuar trabajando sobre el legado que le habían dejado, ahí comienza el gran problema del Santa Fe.
En el primer semestre de 2018 lo único que se escuchaba en las oficinas del cuadro ‘cardenal’ eran quejas sobre la falta de dinero, inclusive, llegaron a decir que el mejor refuerzo para el equipo era mantener la nómina completa, cortinas de humo para esconder la realidad, no había dinero, de un momento a otro había desaparecido todo el capital que supuestamente había entrado por las transferencias de Yerry Mina, Luis Manuel Seijas y Jonathan Gómez al extranjero. Ya no estaba, se fue y lo peor, no se sabe para dónde exactamente.
Carreño asume sabiendo de la situación económica adversa a la que se va a enfrentar, sin embargo, trata de hacer lo que humanamente es posible, consiguió un técnico que sobre el papel y según las propias palabras de Óscar Washington Tabares, era uno de sus alumnos más avanzados y, lo mejor, la inversión no sería tanta, teniendo en cuenta el poco capital con el que contaba había que apostarle a Sanguinetti y tratar de conseguir algunos buenos refuerzos, traer de vuelta a Luis Manuel Seijas, hizo un esfuerzo en traer jugadores como Güichon, Guastavino, Valencia, Burbano, Rodríguez y Aguirre e inclusive cumplió las exigencias de la “gran figura”, Wilson Morelo, que llegó a decir que para firmar la renovación tenían que pagarle un sueldo similar al del otrora goleador del campeonato y hoy jugador sin equipo Dayro Moreno, a lo que accedieron, el único problema es que Morelo no ha podido responder como se debe ante la responsabilidad que le da tener uno de los mejores sueldos del fútbol colombiano. Mientras Dayro hizo 57 goles en 91 partidos desde su llegada a Nacional, Morelo en liga este semestre solo ha marcado un gol.
Con una nómina “decente” armada y un técnico que tenía más recomendación que experiencia, el Santa Fe de Carreño se aventuró a disputar un semestre que hasta el momento ha sido de altos y bajos, la labor del estratega fue avalada por los resultados, no se ganaba, pero tampoco se perdía y lo más importante en Suramericana, se sigue con vida, eso sí ahora que se empezó a conocer el sabor de la derrota las cosas no se ven tan claras como hace unas semanas, cuando empatar estaba bien.
Ahora hay que decirlo, que sus jugadores no definan, que no aprovechen las oportunidades que generan para marcar, es más bien problema de los futbolistas que no han sabido responder a la responsabilidad de vestir la casaca del Santa Fe, pero no se puede seguir manteniendo a un técnico que no ha sido tampoco capaz de armar un esquema efectivo en defensa, aun viendo que semana tras semana le hacen los mismo goles y lo peor, que se excusa en las decisiones arbitrales para justificar sus derrotas, pareciera que el señor Sanguinetti no hubiera leído el manual para entrar al equipo ‘cardenal’, ese que reza y dice, se juega contra todo y contra todos, quizá el problema es que el técnico no se ha hecho entender o de pronto los jugadores no le entendieron.
Otro de los problemas que aquejó al Santa Fe, son las constantes lesiones que sufrieron los jugadores, la verdad es que a causa de estas nunca se pudo armar un equipo base y en cambio siempre tuvieron que improvisar para tapar los huecos que se tenían.
Según la cabeza deportiva del club, al igual que la política, los esfuerzos están centrados en la consecución de la Copa Suramericana, a falta de un par de partidos de liga y todavía con posibilidades de clasificación a los ocho, la prioridad será el torneo internacional, donde enfrentarán en cuartos de final al Deportivo Cali de Gerardo Pelusso e incluso consiguiendo la clasificación o no la directiva ‘cardenal’ debería empezar a buscar un remplazo porque Sanguinetti no puede seguir siendo el técnico de uno de los grandes de Colombia.
Mañana Santa Fe se juega una de sus últimas cartas en Bogotá para tratar de salvar un semestre en donde en definitiva el peor error que se cometió fue haber pensado que apostar por un técnico con recomendación pero sin experiencia y sin resultados positivos que lo avalaran sería una buena opción, al final y como siempre lo barato sale caro.