Atlético Junior ganó 1-0 este martes a Lanús y eliminó al equipo argentino desde la tanda de penales (3-2) para avanzar a octavos de final de la Copa Sudamericana.

En la muerte súbita, fue el arquero Sebastián Viera el encargado de convertir el cobro definitivo que le dio la clasificación a los colombianos.

Lanús, que se impuso en la ida por 1-0, terminó pagando caro su planteamiento defensivo. 

Los 'tiburones', por su parte, tuvieron que esperar un tanto de Luis Díaz a los 81 minutos para hacer exultar al estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla y forzar la definición desde los doce pasos.

"Lo único que podemos reprocharnos es que no fuimos capaces de definir el partido antes de los 90 minutos, con una cantidad de opciones y una grandísima actuación del arquero" visitante, comentó el técnico Julio Comesaña.

En la siguiente ronda, Junior enfrentará al vencedor de la llave que opone al brasileño Sao Paulo con el argentino Colón.

La delantera colombiana hizo gala de la fuerza ofensiva que le hizo falta en sus últimos partidos y logró acorralar a los argentinos.

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Cosecha de opciones

Junior tuvo que luchar desde un inicio con dos enemigos: un terreno impracticable que fue sede de la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe apenas unos días antes, y la voluntad de un Lanús que no vino a hacer el juego.

Aunque fue impreciso al inicio del partido, el conjunto local fue afinando la mira hasta que Díaz remató a puerta un confuso tiro de esquina y venció al arquero Esteban Andrada.

Ya en la tanda de penales, Viera, histórico portero de la escuadra barranquillera, transformó su disparo para el 3-2, después de que cinco jugadores erraran.

Sin sorpresa, la consigna del técnico de Lanús, Ezequiel Carboni, fue clara desde el primer momento: defender el resultado de la ida a todo costo y cercar al delantero Teófilo Gutiérrez, el jugador más peligroso de los 'tiburones'.

Los argentinos, quienes llegaron a Barranquilla desde el sábado para aclimatarse, supieron defender el 0-0 con valentía pero cedieron en el último cuarto de hora del partido, después de ver las ofensivas caribeñas repelidas por el poste y el arquero en varias ocasiones.

Andrada, quien fue la gran figura del lado argentino, atajó la mayoría de los remates rivales en los momentos clave, pero mandó un penal a la grada y no pudo atajar ninguno de los tantos de la muerte súbita.

La falta de contundencia de Junior pudo costarle caro al cuadro cafetero. Durante el primer tiempo, los repetidos desbordes de Jarlan Barrera y Díaz en las bandas no encontraron quien las rematara, y aunque Gutiérrez se llevó la marca de varios jugadores, hizo falta un goleador de pura cepa para asegurar la victoria local más temprano.

Los barranquilleros venian de no anotar en sus dos últimas salidas oficiales, por lo que Comesaña tendrá que encontrar una nueva fórmula para asegurar la eficacia de sus delanteros si espera seguir adelante en la Copa Sudamericana.