Las arriesgadas apuestas de dos ‘grandes’ de la Liga | El Nuevo Siglo
Cortesía
Sábado, 16 de Julio de 2022
Redacción Deportes

Apenas están dando sus primeros pasos en la dirección técnica y sus retos ya son de marca mayor: los bancos del Deportivo Cali y el ‘Poderoso’ Medellín, equipos en los que jugaron y de los que son hinchas.

Ya Mayer Candelo y David González debutaron al frente de lo que se constituye en una arriesgada apuesta de dos de los llamados ‘grandes’ del fútbol profesional colombiano y esperan, con el paso de los partidos, imponer sus estilos.

Aunque el uno era arquero y el otro volante de creación, no solo tienen en común su ‘primiparada’ como entrenadores, sino su gusto por el fútbol bien jugado y la ambición de ser campeones y hacerse un nombre, si se puede, más grande que el que llevan hoy sobre sus hombros como figuras del balompié nacional.

Los dos incursionaron a nivel internacional, acumularon experiencia, enseñanzas de cuantos técnicos tuvieron, ven bien el fútbol o, como dirían ahora, “saben leer los partidos”. Además, a su paso como panelistas del VBar de Caracol Radio dejaron entrever que son claros en sus conceptos.

Ahora les queda por poner en práctica todo lo que aprendieron, especialmente en manejo de camerino, labrarse el camino que los lleve a cumplir sus objetivos y convertirse en alternativa para que la Selección Colombia tenga un técnico nacional.

El talento

A sus 45 años y con la experiencia de haber dirigido en el torneo de Ascenso a Cortuluá, Candelo se distinguió a lo largo de su carrera por ser un talentoso que manejaba los hilos del equipo al que estuviera vinculado.

Después de trasegar por Cali, Alianza Llanos, Vélez Sarsfield (Argentina), América, Millonarios, Cortuluá, Universidad de Chile, Universitario, Juan Aurich y César Vallejo (Perú), Millonarios, Cortuluá, Cali y Atlético Huila, “colgó los guayos” en 2019 pero ya tenía claro cuál sería su futuro, así como también planteado cuáles los equipos colombianos que quería dirigir: Cali, del que es hincha, y Millonarios, del que su hija es seguidora.

Por algún motivo y según lo ha comentado en diferentes oportunidades, algunos de los técnicos de los equipos en que jugó le encomendaban a los compañeros “difíciles de manejar”, es decir, a los indisciplinados.

Su filosofía es la de “aquí venimos a jugar, no a trabajar”, con lo que quiere significar que quien juega al fútbol lo hace porque le gusta, por amor y no por obligación.

Es claro al afirmar que el Cali que quiere “es un equipo ordenado en todas sus líneas, pero proponiendo juego. Vamos a ser tácticos, intentando presionar en campo rival, no en el nuestro; queremos presionar para poder marcar goles, tener la posesión de la pelota. Nos va a tocar tomar riesgos porque soy ofensivo, para conseguir los objetivos que queremos al final”.

Para lograr su objetivo se rodeó de Darío “Chusco” Sierra, otro amante del fútbol bien jugado, y Héctor Hurtado, también talentoso y con quienes se asegura un buen manejo de camerino.

Para Candelo, el reto es llenar las expectativas generadas entre los hinchas, aunque sabe que no tendrán piedad con él y que le van a caer con todo si los resultados no se dan y si el equipo, que tuvo un muy mal semestre, no vuelve a los puestos de vanguardia.

Por ello ha dicho que “hay que estar preparados para los elogios y las críticas”.



Ahora, para el Cali la apuesta es riesgosa. La Experiencia de quien fuera ídolo de la hinchada como jugador es mínima como técnico. El otro reto de Mayer es demostrar que no se equivocó la directiva y que el caso de Mario Alberto Yepes fue la excepción a la regla.

La seguridad

Del otro lado, en el banco del ‘Poderoso’ Medellín está David González, quien a sus 39 años esperaba un llamado y le llegó del equipo de sus afectos, en el que transcurrió la mayor parte de su carrera como arquero.

Se inició en el Rojo de la Montaña, pasó por el Cali, Huracán (Argentina), Manchester City (Inglaterra), Aberdeen (Escocia), Pasto, Águilas Doradas, regresó al ‘Poderoso’ pero no se retiró ahí sino que volvió a Cali para retirarse en 2020.

Se preparó para ser técnico y quiere poner en práctica todo lo que aprendió en su carrera de más de 20 años custodiando arcos y desde donde podía ver mejor lo que ocurría en la cancha.

González no esperaba iniciar su carrera como técnico en el Medellín porque ahí estaba un veterano de mil batallas, con todos los pergaminos y quien cumplió con los objetivos trazados, Julio Comesaña.

Pero por esas cosas del fútbol el colombo-uruguayo salió y se empezaron a mirar nombres, siendo el exaquero el elegido, a pesar de ser, al igual que Candelo, una apuesta riesgosa.

“Es un sueño que se tenía desde hace muchos años, siempre lo manifesté y fue pública mi intención de llegar a dirigir este equipo”, reconoció.

Añadió que “no me gusta hablar de sueños cumplidos sino de un sueño que se está construyendo y al que todavía le faltan, de acá en adelante, muchas cosas para poder materializarse”.

Además, sabe que no es un técnico que por ahora inspire confianza entre los aficionados. “Es normal no sentir la confianza necesaria, lo entiendo, simplemente me toca cambiarles a esas personas su manera de pensar y de verme, como cuando me tocó debutar y no había jugado en ningún lado, y me quedé. La intención es esa, convencer y enamorar a la gente y que esto se vuelva un solo corazón”.

Ahora, ya en el banco técnico, aspira a darle al club, a los aficionados y, sobre todo, a los directivos que le entregaron la confianza, un título o varios, para consolidarse como entrenador y mirar más allá… tal vez a la Selección Colombia.

Como ocurrió con Pep Guardiola en el Barcelona, Mayer Candelo y David González esperan que dos grandes del fútbol colombiano sean sus plataformas de lanzamiento al éxito como técnicos. Les espera trabajo, elogios y seguramente muchas críticas.