La presentación de los clubes colombianos en la Copa Libertadores de América, desde 2016, cuando Atlético Nacional fue campeón, ha ido de la ilusión a la frustración porque ni siquiera se supera la fase de grupos.
Este año justamente uno de los representantes nacionales en el torneo es Nacional, sobre cuyas espaldas recae una gran responsabilidad y a la vez el peso de la desconfianza por parte de su afición.
Al cuadro antioqueño, que ha sido dos veces ganador del torneo (la anterior en 1987), se suma en el repechaje Millonarios y luego entrarán en acción los campeones de la liga del año pasado, Tolima y Cali.
Para Millonarios y Nacional su primer gran reto es superar esta fase, aunque la tarea no será fácil. Los azules tendrán al frente a Fluminense de Brasil, que se armó para dar pelea, y Nacional a Olimpia del Paraguay.
Por las cifras, se podría pensar que los dirigidos por Alberto Gamero tienen con qué jugar de igual a igual. Fluminense ha jugado seis partidos en el año y tiene cinco victorias y una derrota. Pero ha sido un equipo poco efectivo, ya que convierte muy pocas de las ocasiones de gol que genera. Ello lo compensa con un gran trabajo defensivo, al punto que solo ha recibido dos goles en los partidos.
Tal vez en este aspecto haya equilibrio porque Millonarios tampoco es que sea muy acertado en la definición, pero tiene un muy buen rendimiento defensivo.
Olimpia, que jugará ante Nacional después de eliminar a César Vallejo de Perú, ha jugado este año solo cuatro partidos, mostrando solvencia ofensiva. Tiene ocho goles (promedio de dos goles por partido) y ha generado nueve goles esperados.
En Bogotá
El primer gran reto de Millonarios será este martes en El Campín a partir de las 7:30 p.m. y una semana después se disputará el partido de vuelta.
Pensando en lo que será este duelo, el técnico Gamero reservó al plantel base, salvo al golero Álvaro Montero, quien no tuvo actividad competitiva los dos últimos meses del año pasado.
En este partido los azules no solo tienen la necesidad de ganar, sino que deben hacer por un resultado amplio para ir con mayor tranquilidad al encuentro del martes siguiente.
Además, los jugadores de Millonarios no están representando solo a una ciudad, a una institución, a una afición, sino a un país.
Es por ello que, en lo posible, deben jugar bien al fútbol, demostrar que lo ocurrido durante los últimos años en torneos internacionales y con la Selección Colombia, no es fiel reflejo de lo que es el balompié nacional, sino que se tuvo un bajón y nuevamente se está retomando el nivel que lo llevó a codearse con los grandes del continente, a ganar tres copas Libertadores (dos con Nacional y una con Once caldas) y a ser subcampeón con Cali y América.
Igualmente, los celestes, que continúan siendo considerados como uno de los clubes insignia del fútbol colombiano por sus 15 títulos y su pasado, tienen una tarea pendiente y es ser grandes protagonistas en este certamen continental.
Pero no será solo pasar el repechaje, sino que se debe pensar a futuro. Claro que si se supera un escollo como Fluminense se puede ser optimista y esperar que en fase de grupos se tenga una partición digna, sobresaliente y se siga en carrera.
No hay que olvidar que los premios de la Copa son jugosos y que no le caerían mal a una institución que ha ido saldando sus finanzas gracias al trabajo del representante de los accionistas, Gustavo Serpa, y de su presidente Enrique Camacho.
Otro de los retos azules es para los jugadores, muchos de ellos formados en las divisiones inferiores y quienes tienen la oportunidad de mostrarse a nivel internacional.
Si el trabajo colectivo e individual es bueno, Andrés Llinás, Felipe Román, Omar Bertel o Steven Vega tendrán la oportunidad de cumplir su sueño de emigrar al fútbol internacional.
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Seguramente los ojos estarán puestos también sobre Daniel Ruiz, convertido en figura de los azules por su talento y atrevimiento.
También los experimentados tienen el reto de cumplir alguna meta pendiente. Qué mejor para Montero, Juan Pablo Vargas o David Silva. ‘Maca’, que no ha tenido la oportunidad de jugar con la Selección Colombia, a sus 35 años seguramente no pretende ser transferido al exterior, pero sí irse del fútbol con un gran logro y qué mejor que ayudar a Millonarios a limpiar la mala imagen que se tiene hoy del fútbol colombiano.
El reto mayor
Para Nacional a partir del jueves el reto es mayor que para Millonarios. Año tras año los directivos lo arman para ganar la liga y ser protagonista en torneos internacionales.
Sin embargo, desde aquel equipo de Reinaldo Rueda, al que llamaban ‘la máquina’, no ha podido responder a las expectativas.
Es más, el año pasado ni siquiera logró llegar a las finales de la liga, echando por la borda una gran campaña en el segundo semestre.
Tiene en contra que ni siquiera su afición le cree y no tanto por el plantel, sino por su entrenador Alejandro Restrepo, quien es joven pero está asesorado por dos experimentados como Francisco Maturana (ganador de la libertadores) y Carlos ‘Piscis’ Restrepo.
La primera tarea será entonces empezar este jueves por convencer a sus parciales y para lograrlo debe empezar por cumplir con las tres G, ganar, golear y gustar.
El rival no será fácil y menos en Asunción, pero debe intentarlo.
Los otros
No obstante, los responsables de salvar el honor del fútbol colombiano, de empezar a labrar el camino que también le dé confianza a la Selección, no son solo Millonarios y Nacional.
Ya en la fase de grupos Tolima, que se armó pensando en grande y es líder solo, y Deportivo Cali también tienen que aportar.
Por fortuna la fase de grupos no arranca ahora mismo porque los azucareros atraviesan una de sus peores rachas y no se podría esperar ni siquiera que ganara un partido.
Por el momento, por lo hecho por Tolima, Nacional y Millonarios en el arranque del rentado, se puede ser optimistas y esperar buenas presentaciones en la Copa.
Sin embargo, habrá que esperar para saber si realmente se está recuperando la esencia y el nivel del fútbol colombiano o si se sigue con un rendimiento apenas para entre casa, para que los clubes sean protagonistas de la liga pero a nivel internacional seguimos lejos.
El reto está planteado, demostrar que los clubes colombianos son competitivos a nivel continental, ahora solo hay que confiar en que salgan avante y le muestren el camino de la recuperación a la Selección.
Si se fracasa en este intento será necesario replantear el trabajo que se viene haciendo a todos los niveles y empezar por revisar el fútbol aficionado, las divisiones inferiores y las decisiones de los directivos.